viernes, 7 de diciembre de 2012

En la vida estamos tomando constantes decisiones.

Anoche soñé......

Anoche soñé que podía verme a mi misma cuando era pequeña y que esa niña era mala y hablaba conmigo. Que sueño tan extraño ¿verdad?

A mi niño

Anoche
Mientras dormía
Me pareció
Que estabas aquí
Y que revoloteabas
Por la cama
Para acostarte
Junto a mi
Pero no fue
Más que un sueño
Y la realidad
Es que estás lejos
Y que ya
No te acuerdas de mi.

¡¡¡NO QUIERO MÁS HOMBRES!!!!

Había una vez una señorita que no quería hombres en su vida. Por eso nunca se lavaba los dientes, ni el pelo, ni el cuerpo. No se cortaba las uñas de los pies ni de las manos ni usaba perfume o jabón. Así iba atufando sin peinarse ni lavarse la cara. Todos los hombres huían de ella y ella vivía muy feliz así. Todos los días su buen pan con queso y vino tinto. Y no le importaba nada más que ningún hombre se le acercara.

Una ratita coqueta

La señorita Ana se iba a ir a pasar el fin de semana a casa de sus padres. Antes de marcharse quiso dejar la casa muy limpita por eso fregó y barrió, limpió el polvo y el baño y no se olvidó de regar las plantas pero ¡ay! Que justo cuando iba a cerrar la puerta con su maletita y su paragüas ya que era un día otoñal  vió a una ratita presumida correteando por el salón. Esta ratita iba ataviada con una faldita roja de vuelo, un jersey de punto color negro, muy bien peinadita ella y con un lazo en la cabeza. A la señorita Ana le dio tanto miedo que cerró a toda prisa la casa y se marchó de allí corriendo y gritando "¡Una rata en mi casa!" "¡Una rata en mi casa!" ¡Ay, Dios mío!" y dejó a la ratita dentro.

Aquella noche la ratita cenó pollo con patatas fritas. Se puso un mantelito por encima de las patitas y encendió la tele. También puso incienso y encendió unas velas. Cenó muy agustito. ¡Ahora ella era la dueña de la casa! Más tarde se maquilló con los cosméticos de la señorita Ana y se puso un vestido negro ajustado. Se miró y remiró en el espejo del baño (no olvidemos que era una ratita muy presumida) y salió de fiesta. En su aventura conoció a un ratón muy apuesto y de bigotes rizados al que se llevó a su casa y en la camita, bajo la luz de la Luna, muy juntitos, se besaron.

La señorita Ana, mientras tanto, se lo había pensado mejor "Parece una ratita muy buena y limpia" "La acogeré en mi casa". Y ya la había comprado hasta un regalo.

Pero la ratita además de muy presumida era hippie por lo que se marchó con el ratón en una caravana pintada de flores psicodélicas a recorrer mundo.

sábado, 1 de diciembre de 2012

¿Dónde duermes tú?

En la luna
Ella dormía
Llévame a descansar contigo
Un ratito

Entre las nubes
Ella volaba
¡Dame tu mano
Y llévame contigo
A volar!

En la cama
En la oscuridad
De su cuarto
Ella lloraba
Yo te llevaré
Pañuelos y flores
Para que seques
Tus lágrimas
Y te perfumes
Y te embriagues
De rosas y margaritas


Un buen día
Bajarás de la nube
Y te romperás la crisma
Contra el suelo
Pero allí estaré yo
Para recoger los pedazos
Y reconstruirte de nuevo

Como una pluma

- Oye, niña-aceituna
-¿Qué?
-¿Me das la luna?
-¡Pero si aquí no hay ninguna!
-En tu rostro reflejado en el río, vuela como una pluma.
Sonríe, preciosa. Tu cara es más bonita que la luna y tu aroma mejor que el de una rosa.

Primavera

Las tristes golondrinas
Sobrevolaban los tejados
Mientras las amapolas tristes
Las miraban
Allá abajo
La niña-Azucena
No había podido dormir
En toda la noche
Y eso que era Primavera
Y eso que tenía una gatita
A la que daba de comer
Yogures con miel y azúcar
Es que el hombre
De los bigotes negros
Y rizados
La visitaba todos los días
Y le daba a beber
Ese jugo color grana
Ese que coloreaba sus labios
De un malvado granate

A veces la acompañaba
Durante todo el día
Y el corazón se le congelaba
¿Qué será de la niña-Azucena?
Si hasta en Primavera
Siente pena
Necesita un caballero
Que luche
Contra el hombre negro
Y descongele el corazón
De la niña-Azucena
Con fogosos besos.
Solo hay una persona que puede hacerte daño de verdad y esa persona eres tú mismo.
Una bofetada de frío en la cara es peor que la bofetada de una madre.

A D.

Todavía sueño contigo
Sin ningún motivo
Perdido
Entre la nada
Y el tiempo
Fuiste mi caballero
Durante mucho tiempo
Aunque el espejo
Se rompiera
Pues con los trocitos
Dibujaste un corazón
Junto al cual
Dormimos los dos
Los cigarillos
No me saben a nada
Cuando quiero
Dedicarte unas palabras
Te pido perdón
Ahora eres libre
Nadie te escribirá
Poemas tan bonitos
Como los que te hago yo.

A Daniel (cuando se pone malito)

Tu boca
Sabe
A caramelo
Y constipado
¡Resfríame
De tu boca
De tu naricilla
Y de tus manos!
Así los dos
Derramaremos frío
Pañuelos en el cuello
Y coleccionaremos clinex
Para llenar la casa
De la nieve
Que no cayó
Este invierno

Me gusta oler
Tu olor
A miel
Y a constipado
Y darte
Leche caliente
Y dormir a tu lado

Quiero contagiarme de ti
Para que no
Te sientas solo
En tu consgestión
Y tu dolor de garganta
Porque te quiero
Y todo lo tuyo
Sé que es bueno.

sábado, 24 de noviembre de 2012

UN DÍA CON MARÍA MANZANO

Entrevista

Entrevistador: Daniel Jimenez Caballero
SOBRE SU TRABAJO


1.- ¿Cuándo publicaste tu primer libro?

Estuve a punto de publicar un libro pero el editro murió y todo el proyecto acabó en el cubo de la basura.

2.- ¿Cómo te sentiste?

Desilusionada.

3.- ¿Cuántos concursos has ganado?

He quedado finalista en varios y he ganado tres.

4.- ¿Cuál ha sido tu mejor cuento?

Los cuentos son como hijos por lo que los quiero a todos y ninguno para mi es el mejor.

5.- ¿ Cómo se llamaba tu mejor cuento?

No podría elegir aunque a los que más cariño tengo es a los infantiles pues suelen ser cuentos que me invento para mi hijo antes de dormir.

6.- ¿Cómo te sentiste al ganar tu primer consurso?

Muy ilusionada y contenta.

7.- ¿Cuándo fue y como se llamaba el relato, cuento, micro-cuento ect...?

El relato se titulaba "La bailarina coja" y fue a los trece años.

8.- ¿De que era: de amor, de miedo ect....?

Era cómico.

9.- ¿Cuándo y como se te ocurrió la idea?

Poco a poco fui construyendo el cuento. La idea se me ocurrió mientras intentaba dormirme una noche.

10.- ¿Y por qué elegiste ese tema?

Porque me pareció divertida y una lección de superación personal.

11.- ¿Como te sentiste al ganar el tercero, cómo se llamaba, cuándo fue, de qué era, cuándo y cómo se te courrió esa idea y por qué elegiste ese tema?

El tema venía dado. La idea surgió simplemente dejando fluir mis sentimientos. Trtaba sobre lo que quería ser de mayor. Se llamaba "Seré escritora" y me sentí al ganarlo muy feliz.

SOBRE SU VIDA


12.- ¿Cuando naciste?

El día ocho de julio de 1980.

13.- ¿A quién quieres más?

Al que más quiero es a mi hijo, por supuesto. Él es mi motor y mi mayior motivación.

14.- ¿A quién quieres menos?

Tal vez a los conocidos.

15.- ¿Por qué?

Porque apenas forman parte de mi vida.

16.- ¿Cuál es tu nombre o tu nombre real es María Manzano?

Mi nombre real es Lorena Caballero Ortega.

Gracias María Manzano                   


viernes, 16 de noviembre de 2012

Llorando en mis sueños



Días enteros llorando
Pues ya tan solo
eres un saco de huesos
enterrado
en lo más profundo de mi corazón
¿Recuerdas los besos de agua?
Esos que te hacían revolverte
Sobre una colcha bordada
Con el sudor de mi frente
Y el guau-guau
Del perrito
Que alguna noche
Te prestaba
Para que no durmieras
Solito
Sin ti
No soy mas
Que una pobre vagabunda
Que anhela
La carcia de un angel
De un sitio a otro
Vagando
Tropezando
Y cayendo
En el rincón más oscuro
De la calle más angosta
Tal vez
Nuestros corazones
Sean oscuros
Tal vez
Alguien
En nuestra infancia
Dejó en ellos
La huella
Del innombrable
Pero te quiero
Y quiero
Que me quieras
Como tu princesita
De la diadema rosa
Esa que el gato
Arañó
Y escondió
Debajo de la cama
Como a una amapola
Cuyos pétalos
Vas deshojando
Hasta quedarte
Tan solo
Con cien ojos
que solo velan
Por ti
Como una nube
Blandita y cómoda
Que te de cobijo
Y te lleve de vuelta
A la casa
De donde nunca
Debiste salir
O como una lágrima
Viva
Feliz
Que te embriague
Te quiero, pequeño
En la sombra
Permaneceré
Hasta tu llegada
Que tal vez sea
Dentro de un ratito
Cuando apague por fin
Esta luz
Y sueñe contigo.


miércoles, 31 de octubre de 2012

Un regalo muy económico



Para mi hijo Daniel "¡Lo siento, no te he podido comprar nada!"




La señorita Elena
Un cupón de la once se compró
¡Que suerte!
De un euro que echó
Le tocaron dos
Decidió comprar otro
¡Qué suerte!
Le tocaron ocho
Con ese dinero
Quiso comprar un regalo
A su hijo
Que,
Por cierto,
Sea dicho
No era nada pijo
Pues se acababa de separar
¡Quién da más!
Uno se le perdió
Por la calle
Del "Chupete"
¡Qué mala suerte!
Ya solo le quedaban siete
Luego necesitaba un jersey
¡Qué mala suerte!
Ya solo le quedaban seis
El jersey era muy barato
Del chino
Y a ratos
Otro se le cayó de un brinco
¡Ya solo le quedan cinco!
Compró dos cervezas
Sin alcohol
¡Ya solo le quedaban dos!
Lo que es el vicio...
Pero con tanto mal trago
¡Vamos a hacer 
Un poco el vago!
Discutió con su sobrino
Y le tuvo que dar uno
Solo un euro le quedaba
Se lo pidió su madre
Para la sal
De la ensalada
¿Y ahora que haría?
Estaba en la ruina




Le daría mil besos
más bonitos
Que mi Lunas

martes, 11 de septiembre de 2012

De vuelta, otra vez


Estás en tu palacio
Princesa
Pasa,
Y no te vallas más de aquí
Camino a casa
Me sentí
Nacer y morir

domingo, 9 de septiembre de 2012

sábado, 8 de septiembre de 2012

" Como el vaso que va apagando la llama de la vela, poco a poco. Como la mujer que ve como va pasando un tren tras otro y en ninguno llega su amado. Y se va deseperando. Poco a poco"

Rescaté un diario de la lluvia

Otra vez ellas. Ya están aquí. Me hacen sentir extraña, como avisándome, como relamiéndose ante el sufrimiento que me van a causar. Como la mosca que se frota las patas, como la mujer que se chupa los labios. Como chocolate. Fumo. Mis manos no funcionan. Me debilito, como si una enorme sanguijuela estuviera chupando todo el jugo de mi alma. Me dejan sedienta, hambrienta, desorientada. Están enfadadas porque no me he ido con ese chico. Con ese ángel negro que me ofrecía cerveza y dinero. Y me dicen "búscate un hombre" además de tararear canciones absurdas. Pero no quiero morir de amor. La amistad, los hijos, la familia también te dan la mano al caminar. Y estas lágrimas que no quieren brotar. No alcanzo a ver la luz a este lado del túnel.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Con tiza tu nombre y el mío

La esperanza se esfuma
Lejos
Muy lejos
Como ese camión de la basura
Cargado de despojos
Y de tristeza.

Sabe dulce
Este chocolate
Huele a frescura
La piel del aire
Y se me ha olvidado
El tabaco de líar.

Aquí
Sola
En este cuarto
Pienso es qué contarte
No quisiera contagiarte
El sarampión
De mis labios púrpura
Mortecinos
Como mi corazón
Hecho trizas.

Pero en la pared
Dibujé un corazón
De tiza
Con tu nombre y el mío.

viernes, 31 de agosto de 2012

Ese mar de cristal

Tengo tiempo
Para escuchar
Todas las canciones del mundo
Todas
Me hablan sobre ti
Te veo
En un rincón
De mi cuarto
Con esa amargura
Escondida en tus ojos
La niña ya se fue
No volverá
La niña en su sillita
Aún escucha tu voz
Y el padre que perdió
No volverá
Y muy lento
Caerá
Como la nieve
Sobre el cristal
Algo la ata
A este lugar
De pasos ligeros
De juegos
De palabras que se esfuman
Como la corriente
Fresca del mar
Un sitio
Un refugio
Un lugar
Déjame descansar
Sobre tu pecho
Toda mi pena
Y reiré
Sin tener que nadar
En la espuma
Del mar de cristal
" En una lejana cercanía; mi deseo de ayudar. En una cercana lejanía; mi deseo de ser ayudada"

martes, 28 de agosto de 2012

Lágrimas de cristal

Cristales rotos
Se clavan en mis pies
Soledad
Tantos años esperando
Y esa música
Que no sabe a dónde va
Pero se mete dentro
Muy adentro
Y lloras
Como si nada
Porque solo brota
Sin hacer ruido
Tantas vidas perdidas
Hueles a Lavanda y a Jazmín
Pero estás tan lejos
Mientras
Me voy muriendo
Comiendo de la manzana prohibida
Una y otra vez
Y me cuesta caminar
Con estos malditos cristales
Que no son más que los pedazos
Del corazón que rompí
La niña a la que le cuesta sonreír
Al payaso que llora
Por las noches
También a los pobres diablos
Y por ti
Por el que caminaba de madrugada
Sin saber a dónde ir.

martes, 21 de agosto de 2012

A mi principito

Dualidad peligrosa



Y me echo
Un poquito de azúcar
Y la voy bebiendo
A sorbitos
Tinto
Como la mar salá
Cubierta de sangre
Y entonces de mis labios
Brotan flores
De formas sinuosas
Como en trance hipnótico
Que no son más que los versos
Que jamás leerás
"Y aunque Satanás me persiga soy hija de Dios. Y seguiré pecando.... y nunca me cansaré de pecar"

Tu risa, me emborracha

Lecho vacío con corazón solitario

Llevo tiempo
Buscando un amor
Pero
Cuando veo tu sonrisa
Florece la Primavera
En mi interior
Y el aroma a jazmines
Me transporta
A tu mundo de Champang
Tu risa burbujeante
Que me emborracha
Acariciando la piel
De ese sonrosado peluche
Y tu lunita de miel
Que dice "miau"
En la noche
Cual gato enamorado
En busca
De una gatita dulce.

Me apetecen caricias
Y besos
De algún principito
A poder ser
Decente
Pero cuando de tus labios
Sale solo verdad
Y de tu corazón
Justicia
Entiendo que todavía
Andas cerca del cielo
De la nube
De la que bajaste
Para encontrarte
Conmigo

Y le pido a Dios
Amor
Que dé de beber a los grillos
Toda mi amargura
Para que entristezca
A la Luna
Y la noche se torne
Como de pesadilla
Los dos
Abrazados en la cama
Tiritando
Esperando la sonrisa
De la mañana
Pero cuando siento
Tu amor incondicional
A pesar de todo
Y tus manitas
De juguete
Zarandearme
Cuando me paso
De traviesa
Se me parte el alma
Y eres mío
Llevas mil trocitos de mi
Y lo siento...
Lo siento tanto....

Dios me los da
Y me los quita
Pero nunca acaban de irse.

domingo, 19 de agosto de 2012

CITAS PROPIAS

" Si los burócratas fueran poetas habría sonrisas en cada esquina"

"Mis juegos son juegos solitarios y de perdedores"

"Lo  único que tengo es una planta y un perro y el perro es de peluche"

"Si te vas sigo siendo feliz porque te recuerdo - a mi hijo Daniel -"

"A veces para entenderse no son necesarias las palabras"

"Ya basta de luchar cuando eres una hormiga frente a mil gigantes. Ahora voy a llenar mi vida de cosas hermosas. Con ayuda de Dios"

"Si pierdes un amor tal vez es porque nunca lo tuviste"

"Paso de pisar el acelerador de madrugada. Soy una mujer de mi casa y mi niño"

"Vendí mi preciosa voz a Satanás no por dinero sino por amor"

"Y aún cuando tiene 20 años, a veces, compra un libro de colorear y pinturas de muchos colores"

"Esta noche he tenido una pesadilla y salía TÚ"

"De ti solo pude sacar un montón de bolis y un puñado de poemas mal escritos"

"Solo encuentro cariño en las sustancias"

"¿Por qué quieres seguir siendo el resto de tu vida esa niña triste?"

"No hay nada tan bonito como la nieve cayendo sobre el mar"

"Voy contando los días hasta tu llegada como un preso en su celda"

"TENÍA UN AMIGO PERO LO PERDÍ, MENOS MAL QUE YA NO LLORO POR ESAS COSAS"

sábado, 18 de agosto de 2012

A ti, a quien desconozco

Colorida pero oscura

Llevo toda mi vida perdiendo el tiempo
Siguiendo al viento
Que siempre sopla
En la dirección equivocada.

Llevo toda mi vida escribiendo
poemas y cuentos malos
Y amando
El sueño de un principito
Al que no pueda hacer daño.




Porque si confías en mi
Te defraudaré
Si me ofreces tus besos
recibirás saliva amarga
Si me das tu vida
La romperé en mil pedazos
Para cocinar el veneno
que a sorbos y gustoso
recibirás en la cama.

Y nos iremos a Portugal
A bañarnos en el Atlántico
Como siempre he soñado
Y quizá algún día
Pienses en mi
Cuando por fin decidas
Irte con una mujer cuerda
Y de caderas anchas.

Gris en mi alma

Las aceras grises
Parecen decirme
"Sigue caminando"
Y yo sigo
Y olvido
El odio
La rabia
La margarita
A un lado del camino
Parece decirme
"Juega conmigo"
"Al te quiero, no te quiero"
Y yo juego
Y como siempre
Sale un no te quiero
Un hombre
Me pide para comprar pan
Y yo
Solo puedo darle fuego
Y la brisa
Me dice
"Adios"
Al oído
Porque por fin
He metido los pies
En agua tibia
Y me he dado cuenta
De que es mejor
alejarse

A mi hijo Daniel

Si tú hubieras visto
Como los rayos de Luna
Hacían cosquillas
A las piedras-niña
Y las aguas corrían
Llenas de espuma
Y risa infantil.

Si hubiéramos
Surcado los valles
Bajo la lluvia
De esa diosa maldita
Que llora
Tu mano
Y mi mano
Entrelazadas
En trinos
De negras golondrinas
Que planean
Gozosas
Por un cielo
Lleno de ti y de mi.

Si hubieras visto
Los álamos
Y escuchado
Nuestras canciones.....

Ah....
Si tu hubieras estado allí.

domingo, 20 de mayo de 2012

TE QUIERO, DANIEL

"Adios" me dijiste mientras yo lloraba. "¿Qué le pasa a mi mamá?" Dijo una voz mentirosa, que no eras tú. Tú solo me dijiste adios.


El amor roto por aquellos desalmados que se pudren, que están hechos de basura y no pueden comprender que una madre discapacitada sienta amor por su hijo.


Tal vez algún día se habra la tierra y se trague a todas esas serpientes sin corazón, sin coraje.

La ninfa del río que no sabía nadar

Pero no llores más
Ninfa de las aguas
O los ríos
Se desbordarán
Y provocarás
Muchas inundaciones
Y mucho mal
Ninfa buena
Ninfa autodestructiva
Conformate
con la caricia del Sol
O el precioso volar
De esa mariposa
Ya que no tienes
NADA

Sonríe

La lluvia no solo cae del cielo

¿Qué me queda? En esta triste realidad, donde lo he perdido todo. Podría hablar con las estrellas o los pajarillos. Pero ellas solo dirían "uuuhhh", "uuuhhh" y ellos solo dirían "pi, pi, pi" "pío, pío, pío". Podría ponerme mi vestido de noche y mis tacones, perfume y cabellos con tirabuzones pero solo encontraría las garras de un hombre que haría conmigo mil diabluras. Podría jugar con ese niño de sonrisa clara y pies de juguete. Pero igual que Dios me lo dio un día Satanás me lo arrebató otro.


Y solo las palabras me calman un poco. En este laberinto donde la salida da a un jardín cuyas flores me dan alergia.

El olor de los jazmines

La vida no es cuento de hadas,
No te lo creas
¿Tienes prisa, verdad?
No tienes tiempo de pararte a escuchar 
el piar de ese pajarillo
Ni el olor de los jazmines recién regados
Ponte tu vestido de noche
Y haz una fiesta
Bajo las estrellas
¿Por qué estás tan triste? Que Dios te bendiga

                                                                            Endúlzate

domingo, 13 de mayo de 2012

A ti, que me sonreiste


Soy muy ignorante
No sé nada
No sé más que un tonto
Pero sé
Que el Sol brilla
En tu sonrisa


              ¿Guardas un pedacito de amor para mi?

Perdón, ¿tiene fuego?

Soy pobre y drogadicta
Y mi novio
Es un terrorista
Mi hijo
Ya solo pervive en mi recuerdo
Perdona
¿Tienes fuego?

miércoles, 4 de abril de 2012

Sola


La música
En el salón.
A través de la ventana
veo un video-clip.
Ha ganado Chagall
¡Qué alegría!

viernes, 30 de marzo de 2012

"Me robas la mirada cada vez que te desvistes y te vuelves a vestir"

Porque sé que te gustan
Se va poniendo el sol, poco a poco, por el oeste, en este atardecer amargo. Pensé en una posibilidad tras tus ojos de caramelo que guardara para mi un millón de besos. Tan equivocada estaba y una lagrima me hizo cosquillas mientras en el licor dulce buscaba el reposo a tan descontrolados sentimientos. Y ahora, te has ido y yo sigo enamorada... Tu música, tu guitarra, tus agendas... son trocitos de aquel que me dio a beber su corazón y yo fui tan tonta que derramé todas las gotas. Me dio tanto por tan poco. Y yo era ciega y manca y coja y calva. No podía verlo, cogerlo, pisarlo, acariciar con mis cabellos... y lo perdí cuando por fin comprendí que había sido un amor verdadero. Quise matarte, te odié y nadé en un mar contaminado con venenos y amarguras hasta que después de los latigazos una caricia me devolvió la cordura. Fueron ellos, los sabios. Les debo tanto. Y ahora, después de ver más allá de mi ombligo, de observar y comprender a aquellas personas que me han querido tu dices que ya no me quieres. Puedo hacer dos cosas o destruirme o renacer y hago un poco de cada una en determinados momentos. He de decidir aunque si tuviera que elegir algo no sería más que aquel que me roba las miradas y sonríe, a pesar de todo sigue sonriendo. Gracias.

lunes, 26 de marzo de 2012

EL gusanito malo

Un gusanito me picó un día
Era un gusanito travieso
Que me inyectó veneno
Me curé la herida
Con agua y sal
Y el veneno me hizo dormir profundamente
Durante meses
Cuando me desperté
Vi unos ojos enormes
De niño triste
Y entonces
Me propuse hacer
Todo lo que estuviera en mis manos
Por ese niño
Que me había esperado
Tanto tiempo
Una voz dentro de mi cabeza dijo
"Estás curada"
Y el gusanito no volvió a visitarme jamás.

viernes, 24 de febrero de 2012

Mis besos



En la trenza de tu pelo
Esondí mis besos
Que se enredaron y arrugaron
Entre las curvas del peinado
Cuando fuiste a dormir
Y te soltaste el pelo
Todos los besos salieron volando
Y se repartieron por el mundo
Para los huérfanos, débiles y solitarios

Poema manchado de lágrimas

Te regalé
La orquilla de mi pelo
Las piedrecitas
De colores
Brillaban entre
Tus manos
Ahora lucen negras
Sobre un fondo metálico
Te entregué
Mi corazón
Y mi cuerpo
Para que en las
Noches de invierno
Te diera calor y calma
Te regalé un ajedrez
El día de los Enamorados
Y era feliz...
Bailando sin corazón
Alrededor de un  hombre
Cuyos besos
Eran tibios
Como pétalos
Recien secados
Al sol
Pero se me escapó
Como el niño que echa a correr
Y ya no se le encuentra
Llevándose mi corazón
No habrá siguiente
Mi amor se ha quedado contigo
En la cajita metálica
En tu armario de madera
Y donde quiera
Que guardes mi corazón.


Mis manos vagan solas en autobuses llenos de corazones felices.

jueves, 23 de febrero de 2012

Para ti, que me esperas en algún lugar

Herida
Mi piel derrama sangre
Tragada
Por las fauces
De aquel que no se deja ver
Busco la belleza
Para curarme
Pero todo es tan feo
No cuento con la mano de nadie
El abrazo del Sol
Es tierno
Y me adromece
El susurro de coches lejanos
Hace que sienta
Que la ciudad se mueve
Y yo,
En mi rincón
Pisando arena
Con los pasos del gigante
Acechándome
Suplico que todo cambie
Y, que algún día,
La brisa traiga consigo
Amor y alegría
Y nos emborrache de bondad.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Pobre María

No te hace falta sonreir, María
Esa sonrisa tuya
Ya se la llevó el tiempo
De cuando el niño era pequeño
Y le comprabas bollitos de chocolate

¿Dónde está tu sonrisa, María?

Se te quedó pequeña
Y ahora la visten las mariposas
De tu vestido
Que sí es alegre y de vivos colores

Desentona con tu mirar
Con tu tez marchita
Con tus labios serios

La sonrisa de María
Se la tragaron unos montruos
Que nunca la quisieron
Porque María es buena
Y los monstruos ya sabemos que son malos

Pero no te preocupes, María
Dios está al lado de los que sufren
Y tú sufres mucho.


Sonríe

viernes, 17 de febrero de 2012

Mendigando un poco de amor

Pobre Ana
Siempre mendigando amor
No quieres un pedazo de pan
Ni un vestido nuevo
Solo una brizna
De ese alimento
Que te aleja del demonio
Y sus truculentas fantasias
Cunaod te despiertas
En camas ajenas
Manchadas de alochol
Y viscosos caldos
Y piensas
En aquel que un día te quiso
Desesperadamente
Con todo su corazón
Ahora estás sola
Y llena de heridas
Él está roto
Sois dos muñecos
En busca de algo
que no existe
pues es hora de irse
En la noche
Camino de alguien
Que ofrecerá algo más
Lo que te dará el pan
Lo que te dará un vestido nuevo
Pero nunca amor.
Pobre Ana
Siempre mendigando amor.
No quieres pan, no quieres un vestido nuevo... solo amor
Beber de esos labios rojos que todo lo curan
Porque cuando los besas el demonio se pierde entre nubes lejanas
y los malos espíritus te dejan tranquila
Da igual que labios sean
Que cuerpo
Que sexo
Solo sabes que al hacerlo
Eres una princesa
Una niña con zapatos nuevos
La diosa del amor
Esa estatua que no se pudre con el paso del tiempo
Y los buscas
Y te buscas
Pero qué poco te quieres
Qué poco te quieren
Quieres ser importante
Tener un estatus
Un prestigio
y NO ERES MÁS QUE LA POBRE aNA
cON SU FALDA TABLEADA DE CUADROS
Y SU TOP A RAYAS
eRES UN ESPNATAPÁJAROS
qUE BEBE DE LO PROHIBIDO
cUANDO LOS NIÑOS YA DUERMEN
cUANDO NO SE ESCUCHA MÁS QUE EL CANTAR DE LOS GRILLOS
¿pOR QUE LO HAS HECHOS, aNA?
pOR AMOR Y DESPECHO
no TE PREOCUPES
mAÑANA SERÁ OTRO DÍA
y DESPERTARAS, COMO SIEMPRE,
jUNTO A ÉL
jUNTO AL QUE AMAS.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Se le borró la sonrisa

"¿Quién te ha robado la sonrisa?" "Fue un señor que reía, mentiroso y apuesto. Me ofreció dinero a cambio de mi alegría y como soy tan pobre no pude más que vendérsela. No tenía para el pan, ni para comprarle unos zapatos a Celeste, ni para pagarme el taller de poesía." "Y ahora ¿Quién te devolverá la sonrisa?" "Mi sonrisa no será más que la de Celeste cuando estrene sus zapatos nuevos, la alegría de mi familia cuando puedan llevarse un pedazo de pan a la boca y la de mi profesor cuando vea el pago encima de su mesa." "Lo siento mucho" "¡Pues no lo sientes tanto que se le va a quedar el culo plano!" SONRÍE, POR FAVOR


víctimas del comprador de sonrisas

Sonríe, trencita

sonríe, ojos grandes


lunes, 6 de febrero de 2012

CARTA A MI JARDÍN

QUERIDA MARGARITA: esta noche la Luna se ve muy bonita.
QUERIDA AZUCENA: he guardado los tarros de miel en la alacena.
QUERIDA ROSA: la cena salió deliciosa.
QUERIDO PENSAMIENTO: al niño ya le conté el cuento.
QUERIDO LIRIO: todo debe estar en equilibrio.
QUERIDO JAZMÍN: he puesto inciensos con olor a regaliz.
QUERIDO GLADIOLO: no te quedes ahí, tan solo.
QUERIDA GERBERA: de postre me comí una pera.

A TODOS MIS AMORES: que no sois otros más que mis flores

sábado, 4 de febrero de 2012

Veo tu rostro, me fijo en él mientras estás distraído y me pregunto si alguna vez pensarás en mi como yo lo hago contigo. Los diminutos caramelitos, blancos como el abismo más cruél, me dejan sin voz, tirada en la cama, deseosa de tu calor y de tus besos. Y serían los besos más tiernos, más sensuales, más excitantes. Y te llamo, con alguna excusa pero tú no tienes tiempo que perder y te enredas con los discos, con pantallas llenas de sonidos que se interrumpen una y otra vez. Cierro los ojos y me doy cuenta de que esta maldita enfermedad cada día me deteriora más y de que no soy más que un saco de huesos que se arrastra por las calles en busca de respuestas, en busca del amor. Voy persiguiendo corazones gigantes, que botan, como pelotas de plástico, que vuelan como globos y nunca los puedo alcanzar. Si mi corazon fuera un globo tú lo explotarías. Porque los pedacitos de mi corazón ya se perdieron en los años pasados. En los que tu me besabas en los rincones y alguna niña al vernos susurraba "qué bonito". Y lo era. No tengo quien me ame y yo quiero amar. Mi vida ha sido un fracaso. Se me escurrieron entre los dedos todos los éxitos y encontré una criatura a la que hice feliz durante muchos años. No soy más que una pobre desgraciada con los pies deformes de tanto caminar. Caminé tanto. Día y noche. No soñaba, no dormía, no comía apenas, ni reía. Tan solo caminaba, esperando encontrar un lugar, mi lugar. A día de hoy todavía no lo he encontrado. Tal vez deba coger una nave y buscar en otra galaxia, tal vez deba irme a otro país donde la gente sea más buena. No lo sé. Escribo y no salgo de casa. Lo poco que tengo me lo gasto en tonterías, en cosas que no me hacen falta. Algunas para crear, otras simples objetos o ropa que se me estropea. Cuando salgo a comprar la comida voy mirando a todos lados: los bancos, las mesas de los restaurantes, la basura por si me encuentro algo que te pueda dar. Y acabo llenandome de porquería las manos mientras limpio un periódico o una funda para la tarjeta de transporte. Te quiero.... Pero a mi no me quiere nadie.

Morir de amor

Sonríe
Era un poeta despistado y alegre que nunca se había fijado en la bella flor que, todos los días, leía sus poemas, desde lo alto del jarrón. La flor había sido comprada por su hermano y aunque, en un pricipio, fue para su novia, más tarde se quedó en casa de ambos por no tener ésta deseos de discutir con su padre a cerca de quien se la había regalado y el consecuente "¿Sales con chicos?" que era como decirle "¿No serás una indecente?"

La flor estaba enamorada del poeta y su mayor deseo era que escribiera un poema sobre ella. Pero el poeta, tan despitado, todavía no se había fijado en la gran belleza que se asomaba tras su cogote. Un día el poeta conoció a una chica joven y desaliñada que también quería ser poeta y la llevó a su casa. La joven nada mas ver la flor quedó prendada de ella y el poeta que la veía por primera vez quiso regalársela. La chica se la llevó muy feliz y la colocó en un tarrrito de cristal con agua junto a la ventana de su dormitorio. Pero la flor estaba muy triste, ella quería estar con el poeta pues era su amor y sentía celos de la chica. Tan triste estaba que no hacía más que llorar y llorar y la poetisa no sabía que hacer ni entendia por qué aquella preciosa flor se mostraba tan desmejorada. Un día que la chica tenía la ventana abierta un fuerte viento azotó a la flor de tal manera que la saco del tarrito y la hizo volar hasta llegar a un descampado que estaba en frente de la casa de la poetisa. La flor se moría de pena y no podía dejar de llorar. La poetisa fue tras ella, pues no podía permitir que una flor muriera. Cuando la encontró la planto en el descampado y le dijo que allí estaría bien, que alomejor estaba triste por estar lejos de un lugar parecido al que habitaba antes. Pero la flor seguia llorando poruqe quería estar junto a su amado, el poeta y que este le escribiera un poema. Tanto lloraba que sus propias lagrimas le servían de alimento. Pero era tal su llorar y las lágrimas caían tan cerca de ella que todas las tragaba y eran tantas que finalmente murió ahogada. Fue la perfección de amor, morir de amor. La poetisa cuando fue a verla y la halló muerta llamó a su amado, el poeta, quien se sintió tan impresionado y triste que quiso escribirle un poema. Después buscó por toda la ciudad un bonito ramo de flores para su amada para que no sintiera tanto la pérdida pero se dio cuenta que no existía en toda la urbe una flor más bella que aquella.

jueves, 2 de febrero de 2012

Un Halloween complicado


Daniel 7 años, con este cuento Daniel ganó el primer premio de un concurso de su clase.
Un día María estaba llorando porque su abuela estaba con catarro. Se fué a buscar haber qué encontraba. María leía un libro sobre el catarro mientras sus tres vecinas gritonas, tontas y malas se estaban preparando para el partido de beisbol. María fué a la casa de su abuela a hacer la cama, a ordenar, a fegar, a barrer, a limpiar y a hacer la comida. "¡Spaguetti!" Gritó la abuela de María y María dijo: - Sí, Spaguetti. Entonces María se encontró con el hada Isabel y María dijo: - Isabel, quiero que a mi abuela se le pase el catarro. Y Isabel le dijo que sí. En el partido aparecieron tres gigantes. Todos se asustaron y se fueron del campo menos María y sus tres vecinas. y la abuela de María se recuperó de su catarro.   
             

                FIN


martes, 31 de enero de 2012

¿Quién ama a la Señorita Rosa?

La Señorita Rosa se pone roja cuando, todos los domingos, se compra unas rosas. Vive enamorada del amor, esperando a ese hombre, a ese macho, a ese príncipe. Su príncipe azul... o tal vez rojo, o verde, o amarillo. Da igual el color si sus sentimientos son radiantes como el Sol o un vestido de lentejuelas. No tiene quien le regale bombones. ¡Pero eso no es problema! Se los regala ella misma.... aunque también de tanto esperar desespera un poquito y en las noches llora. Ahoga sus sollozos en la almohada o llora muy bajito para no despertar a los vecinos y durante el día algún suspirito que otro también se les escapa.

Todos los días se pinta una sonrisa naranja, a juego con la mañana, se calza tacones y se perfuma de vainilla el cuello y las muñecas. Cámara de fotos en mano fotografía a todos los enamorados que se cruza en el camino. Captura el instante del beso que es el que más la emociona y cuando observa las fotos en su ordenador sonríe con una sonrisa que es como la de una niña en su primer cumpleaños.

A veces compra revistas y recorta las fotos de todos los modelos que le gustan. Este por su cabello de mimbre, este por sus rasgos etíopes, este por sus piernas atléticas y este por su peinado a lo "Elvis". "Son todos guapísimos" se dice Rosa. Los pega en la pared y les planta algunos besos llenos de pasión. Luego se hace fotos junto a ellos que más tarde pondrá en un album que llevará por título "Mis amantes".

Pero por las noches mira la Luna y se dice "Estoy más sola que la una".....

Harta ya de cenas románticas a la luz de unas velas que ella solita enciende y apaga, de paseos por la playa sin más compañía que su propia sombra, de gastarse un dineral en bombones y flores la señorita Rosa grita al viento, desde su ventana "¡Es que nadie me quiere!". Nadie contesta. Solo el viento la envuelve y le alborota el cabello pero es un abrazo frío y desagradable. Si el viento fuera un caballero se lo imaginaría alto, muy alto y huesudo. Todo un adonis, vamos.

La señortia Rosa otro día más vuelve a la cama. Con las cartas de amor que ella misma se escribe cogiendo polvo en el cajón, con las rosas en el jarrón de la cocina y algunos envoltorios de bombones estorbando sobre la cama. El album, con todos sus chicos, descansa abierto sobre la mesa y en su cámara hay tesoros de besos y corazones. Así se acuesta y, una vez más, llora.

Al día siguiente, al mirarse en el espejo, encuentra la razón de tan mala suerte. ¡Lleva una pegatina en la frente que reza "Solterona"! "¡Dios mío!" Se dice "¡Por eso no se me acercan!" Y la arranca con energía. En su lugar se pone otra que dice "Estoy libre" y sale a la calle.

Entonces encuentra a un muchacho que no es príncipe ni macho. Es un hombrencito hogareño y jardinero que nunca llegará a regalarle bombones, ni a escribirle cartas de amor pero que todos los días le da una flor y le susrra un "Te quiero" al oído. En primavera la lleva al campo y llena los balcones de tiestos y de inciensos las habitaciones.
El amor que traen las olas

lunes, 23 de enero de 2012

Mi perro, mi gato

En lo íntimo
De una estancia fría y remota
Como un viento Siberiano
Saboreo unos besos tiernos
Suaves
Frescos
Rojos
Como amapolas
Alguien llora
No es más que un niño pequeño
Al que el hambre
Ha despertado
Mientras tú
Te enredas conmigo
Mano con mano
Sexo con sexo
Y la ventana
Tímidamente se cierra
Al jaleo
Del camión de la basura
No es más que un gato curioso
El que se ha colado
En nuestro cuarto
Me besas todo el cuerpo
Y es como estar
En el vientre materno
Como beber
Sin llegar a emborracharse
Sigo el ritmo de tus jadeos
Y dejo que me pintes de saliva
La hendidura de mis labios
Caracolas en mis oídos
Brisa cálida
Que me susurra palabras rojas
Llego al fin del infinito
He podido coger el Universo
Y guardarlo en mis manos
No eres más
que un perrito fiel y manso
Ahora
Ahora que nos hemos encontrado
Pero durante el día
Eres ese gato
Que se me extravía
Que se me escapa
Que me bufa
Y me araña
Si de algo me espanto

sábado, 21 de enero de 2012

El niño amante de la Naturaleza


Sonríe


Había dos hermanos en el parque. Uno tenía siete años y el otro cinco. El pequeño correteaba alrededor de unas margaritas mientras el mayor se entretenía observándole. Algo distrajo al niño de siete años por lo que descuidó a su hermano pequeño un momento. Justo en ese instante el pequeño se cayó sin apoyar las manos y se partió el labio, tan fuerte fue el golpe. Enseguida empezó a sangrar manchando, sin querer, una de las margaritas junto a las cuales jugaba. Entonces el mayor, volviendo la vista hacia donde estaba su hermano vio el pétalo de la margarita con la mancha de sangre. Se apresuró a sacar un papelito de su bolsillo para curar a la flor que creía herida. Entonces el hermano le indicó con el dedo su labio y con su lengüecilla de trapo le explicó que era él el que sangraba a lo que el hermano mayor respondió aliviado: "Ah, qué susto"

jueves, 19 de enero de 2012

Esas píldoras que me dan

Me levanto por la mañana, con las legañas pegadas a los ojos pero fresco como una rosa. Desayuno y me tomo la pastilla de la felicidad, la quitamiedos y la de los días serenos. Luego te veo, todavía dormida con esa carita de ángel malo que aviva mis recuerdos. De cuando bajo un sol radiante, al pie de un rosal en un jardín recién regado, húmedo y oloroso intercambiábamos nuestras salivas. La tuya dulce,  un panal, alimento para mi corazón amargo y la mía como sopa recién hecha, caliente con miles de palabras repetidas y entrecomilladas. Te quiero, te amo, eres toda mi vida, jamás te olvidaré. Y así, junto a ti, me voy quedando dormido. Te beso el cuello, te cojo por la cintura. Tu no te enteras aunque sueltas un leve gemidito y después una especie de ronquido tibio y dulce como el de un pajarillo. Me duermo, en tus brazos. Ni el dormir de un niño acunado por las nanas amorosas de su madre puede ser más amable. Me levanto. Otro día. Con las legañas pegadas a los ojos pero fresco como una rosa. Desayuno y después me tomo la pastilla de la felicidad, la quitamiedos y la de un día tranquilo. Después te veo, en la cama, dormida aún con esa carita de ángel malo que me trae tantos recuerdos. Me acuesto a tu lado, tu calor me envuelve y me transporta a un sueño donde los erizos son de algodón y  las únicas armas son palabras comprensivas. Me voy quedando dormido, junto a ti. Te despiertas. Me ves dormido. Sonríes. Y me dejas ahí, sobre la cama. Descansar. Soy feliz, no tengo miedo, estoy tranquilo.

miércoles, 18 de enero de 2012

Sí, digo "te amo"

Bésame
He esperado mucho para escribirte este poema
Tenía que fregar los cacharros
Y hacer la cena
Luego el boli no me escribía
Y las palabras se agolpaban
Empujando mi corazón
Estoy enferma de amor
Lloro tu ausencia
Y celebro tus besos
Solo quería decirte eso
Que te amo
Te amo mucho
Tuvimos un hijo
Y mi amor no se agota
Soy la fuente del parque
Que sobrevive
Y mana agua
Que te doy
Que os doy
Me abro camino entre las nubes
Y te encuentro
Nos hemos ganado el cielo
Tú dejaste de amarme
Y me duele
Me duele tanto
Pero sigues a mi lado
Para recordarme
Que un buen día
En contré unos labios dulces
Y un corazón amargo
Soy una pobre loca
Que nunca dejará de amarte
Y me duele
Me duele tanto...

domingo, 15 de enero de 2012

La tienda de animales

Sonrie
Podrían haberme llamado “Gato barato” porque no valgo mucho. Soy un gato cansado, viejo, vencido, común. No tengo nada de especial por eso mi precio es bajo. En lugar de eso me llaman “Gato garabato” porque encima tengo un pequeño tic en mi pata derecha y la muevo mucho rozando el suelo, cuando me pongo nervioso. La dueña de la tienda, Dña. Clotilde, me puso ese mote o nombre o lo que se quiera porque decía que dibujaba garabatos sobre el suelo de mi jaula. Hasta una vez me hicieron firmar en un papel poniéndome un lápiz gastado en mi pezuña. Todo para hacer reír a los niños de Dña. Clotilde porque ella necesita de esas risas para sentir que la vida no gira en el sentido equivocado. Quizá me halla puesto algo poético pero es así, Dña. Clotilde es sensible, hipersensible y le encantan los animales y los niños.

Llevo mucho tiempo en esta tienda y nadie me compra. He tenido muchos compañeros. Algunos gatos y otros animales y he ido viendo como se los iban llevando y yo me quedaba aquí, tan viejo...  creo que moriré en esta tienda y Dña. Clotilde llorará, por supuesto.

Pero de quien os quiero hablar es de mi mejor amiga. Es una oca, pero una oca muy especial, no es una oca cualquiera. Es “Oca la loca”. La trajeron de una granja. Allí nadie la quería, ni siquiera sus otras compañeras ocas. Los cerdos la despreciaban. Los caballos la aborrecían. Las vacas se asustaban de ella cuando la veían aparecer y todo ¿por qué? Pues porque “Oca la loca” está loca y los animales de la granja no la podían ni ver.

“Oca la loca” lleva tres sombreros (uno encima de otro), dos camisetas y una falda rota. También lleva un bolso enorme con asas en el que no guarda nada y un zapato de tacón y otro plano. “Oca la loca” está loca porque nunca se ríe, llora cuando pela pepinos y cuando se cae nunca se hace heridas. A veces llora, otras se pone muy enfadada, otras se asusta, a veces le entra melancolía pero nunca se ríe. Tal vez sea porque en la granja nadie la quería. Pero ella es mi mejor amiga. Desde que llegó a la tienda me siento más cómodo.

Cuando la trajeron aquí la quitaron los sombreros y los vestidos, los zapatos y el bolso y así parecía menos loca. Pero cuando llora, cuando se enfada, cuando se asusta, cuando le entra melancolía todos nos damos cuenta de que está loca porque no tiene mesura y nunca está estable. Pero aquí es diferente a la granja. Aquí la queremos.

Como ya he dicho antes es mi mejor amiga y ya lleva también mucho tiempo en la tienda. Hasta que alguien la compre por impulso, sin esperar mucho, antes de darse cuenta de lo desequilibrada que está.

“Oca la loca” me cuenta sus sueños. Ella me habla de su ángel de la guarda. El que la lleva a volar un ratito por las noches, antes de quedarse dormida.

Dice que le gustaría darse cuenta de que un bolso vacío no vale para nada y de que no se puede andar con un zapato de tacón y otro bajo o que en la cabeza solo se lleva un sombrero. Y decir ¿para qué quiero yo esto? O ¿porque me pongo yo lo otro? Pero en la granja siempre iba así y es que no lo puede evitar. “Oca la loca” no es más que eso: una pobre oca loca.

Un día se enfadó con su ángel de la guarda porque no la quiso llevar a volar. Su ángel estaba molesto con ella porque “Pata barata” había comprado un caldo de setas en la tienda de “Oso gracioso”, el más económico de la granja. Aquel día invitó a comer a todos los animales y a “Oca la loca” le dio aquel caldo. Todos los demás animales comieron sopa de ajo y tarta de ciruelas pero como oca no estaba invitada y llego la última, cojeando y descompuesta, pues “Pata barata” no tuvo más remedio que acogerla...  le dio apuro decirla que allí no era bienvenida y le dio el caldo de setas. A oca le sentó mal, le dio un cólico de gases y se enfadó mucho con “Pata barata”, tanto que la llamó “asesina de ocas”.  Su ángel, entonces, se sintió muy molesto pues “Pata barata” solo había intentado ser amable con la pobre oca. Por eso aquella noche no la llevó a volar.

“Oca la loca”, como está loca de remate, se puso muy nerviosa, le dio uno de sus arrebatos y se subió al tejado de su casa con el bolso enorme. Lo cogió de las asas poniéndoselo encima de la cabeza, lo abrió y salto y así voló ella sola.

Pero su ángel de la guarda la sigue visitando, ya se le pasó el enfado.

Aquí todos la queremos porque es especial y no la llamamos “oca la loca” la llamamos “oca la poca” y no porque sea poca sino todo lo contrario; porque “oca la loca” es mucha oca.

sábado, 14 de enero de 2012

El cartero no tiene quien le escriba

Era una noche clara. La luna parecía una uña amarillenta, tal vez de un vagabundo, aquel que no puede asearse, al que el vino irrita aún más su sufrida garganta y le otorga un calor que le aleja de lo destemplado de un antipático invierno. El cartero, como siempre, a eso de las 12 se hallaba sentado a su escritorio. Con un papelito y un rotulador de punta fina, negro. Más tarde haría los adornos para la ya afamada destinataria de la nota. Los corazones no faltarían ya que se trataba una de una pequeña carta a su amada muerta. Muerta hacía no muchos años, tres exactamente y no la había podido olvidar. Nadie podía sustituirla porque ella era suave como un vestido de terciopelo, dulce como el algodón de azúcar de una feria de cuento, comprensiva, atenta, servicial, una santa. Se llamaba Elena. A veces se mostraba irónica, desde luego era también muy inteligente pero lo mejor es que le amó mucho y nunca le engañó ni le hizo daño. Eso el cartero no lo sabía pero confiaba tanto en ella ¿cómo no confiar en una mujer-niña, una mujer-ángel que jamás haría nada contrario a sus principios y su moral? El cartero como siempre firmo con un “Te quiero, siempre tuyo Alfredo” y guardo la nota en el cajón de su mesita de noche, la de ella. La quería tanto, y tanto dolía el no tenerla a su lado para susurrarle todo eso al oído, las palabras que nunca le dijo... y se arrepentía tanto de haber sido tan duro con ella. Ella enfermó de amor, tanto le quería, cuando él le dijo que ya no estaba enamorado de ella, que el tiempo, la rutina, los hijos, la vida le habían abocado a una especie de día a día insípido donde ella ya no era más que una mujer que le servía la comida y fregaba los platos y ella enfermó y murió de amor aunque eso él no lo sabía. Porque le quería tan intensamente como una goma de chicle que se alarga hasta el infinito. Solo que la goma del cartero se estiró demasiado y unos niños traviesos la rompieron y se metieron en la boca el chicle. Eran ellos quienes mascaban su amor porque también la adoraban y envidiaban el cariño del padre. Más tarde los niños fueron dejados con su tía, una mujerona de armas tomar, que les inculcó mucha disciplina y buenos hábitos. El cartero tenía mucho trabajo, no podía cuidar de ellos aunque los veía los fines de semana y los llevaba al parque o a merendar tortitas con nata. El cartero durmió profundamente y como siempre soñó con ella. La amaba. Al día siguiente repartió mil cartas y al llegar a su casa abrió el buzón: estaba vacío. Nunca nadie le escribía y sentía que era una paradoja repartir mil noticias, mil cartas y que él nunca recibiera ninguna. Era un drama, una catástrofe, una pena. Trabajaba todo el día y su único entretenimiento era ver la tele y escribir a su esposa muerta. Era como un ritual y no se le olvidaba ni una sola noche.

Aquella mañana se levantó más pronto que de costumbre. La noche había sido desapacible. Un fuerte viento había arrancado algunas ramas y había abofeteado sin piedad edificios y ventanas. El cartero observó con espanto que el cajón de la mesita de noche de su esposa, donde guardaba las cartas que le escribía, estaba abierto y todas las notas lucían esparcidas a lo lago del dormitorio. El cartero se apresuró a recogerlas, se dio cuenta de que se había dejado la ventana abierta y era por eso que el cajón estaba abierto y todas las notas se habían volado. Las contó, tosiendo, pues había cogido frío, y se dio cuenta de que faltaba una, se preocupo y la buscó. Bajo a la calle. Busco en el parque, en las basuras por si alguien la había tirado, fue hasta el supermercado mirando las aceras, y las carreteras, miró al pie de los árboles, en los portales que estaban abiertos, debajo de las hojas, miró si se había enganchado en algún árbol, preguntó a los vecinos y a los tenderos del mercado aún temiendo que pensaran que se había vuelto loco. Era un secreto a voces, pero no le importaba. Toda la ciudad lo sabía y tal vez su mujer se hallaba molesta por ello. Le pidió perdón y volvió a su casa cansado, desanimado, enfermo. Se tumbó en la cama y se durmió. Aquel día no fue a trabajar. Cuando se despertó el sol bañaba tímidamente los alfeizares y algunos pajarillos piaban de alegría por el leve pero suficiente calor que les llenaba de un placer inusitado en aquel frío invierno. El cartero bajó a ver si había carta pero como siempre nadie le había escrito y se acordó de lo absurdo de repartir mil cartas cada día para después no recibir ninguna. Estaba claro, no tenía quien le escribiera. El cartero no tiene quien le escriba. Pasaron días muy duros y tristes en los que el cartero se sentía sin aliento, agotado por el duro trabajo y los sinsabores que una nota desparecida había dejado en su alma. Se acordaba de su mujer, de sus besos como despedida antes de irse al trabajo, de su ruidosa risa que tanto le animaba, de sus comidas tan sabrosas y elaboradas con tanto esmero y amor, de toda su bondad. La quiso tanto y la seguía amando. Cansado aquel día ceno poco, un insípido filete de pescado con unas aceitunas. Se acostó temprano, estaba desanimado. Entonces algo le despertó. Eran caricias, en su pelo y en su espalda y una risa burbujeante que inundaba toda la habitación. Se preguntó qué sería eso y se asustó un poco. Pero aquellas caricias, aquellas risas le llenaban de consuelo. Y aquella noche durmió apaciblemente. Así pasaron otras siete noches. Y el cartero poco a poco se iba encontrando mejor. Ya no estaba asustado, aquello era como un remojón en agua caliente cuando hace mucho frío. Hasta que una noche algo le despertó. Otra vez las risas y las caricias solo que ahora además vio una mano que le indicaba que fuera al baño y allí, pegada al espejo vio la nota, la nota perdida, esa que había buscado con tanto afán. “Yo también te amo, Alfredo. Gracias. Ya podré descansar tranquila.” Rezaba al final.

domingo, 8 de enero de 2012

Dos amigos y una cucaracha

Observando a las hormigas
A los padres de Álvaro no se les ocurría otra cosa más que comprarle juguetes y juguetes. Vivían en un palacete de uno de los mejores barrios de Madrid. El padre era Ministro y la madre maestra y escritora, muy reconocida. Tenían una nany y varios criados. Unos cocinaban, los otros se ocupaban del jardín, los terceros de mantener la casa limpia y ordenada y la nany de cuidar con esmero de un niño que cada día estaba más triste. Álvaro ya tenía ocho años pero no iba al colegio, tenía maestros particulares que le enseñaban Literatura, Geografía y Piano y el niño se pasaba las tardes encerrado en su habitación jugando con sus juguetes. Tenía un coche enorme, teledirigido y con sonido, tenía los muñecos de las películas más famosas y todas las colecciones de cromos del momento. Pero al niño se le saltaban las lágrimas, solo, en su habitación atestado de juguetes que eran hermosos pero que no tenían voz para llamarle amigo, ni manos para hacerle una caricia o pegarle un empujón, ni pies para correr juntos. Lo que más deseaba Álvaro era tener un amigo, un amigo de verdad. Por otro lado, sus padres, no le hacían mucho caso. Estaban demasiados ocupados con sus quehaceres de ministro y maestra y se pasaban la mayor parte del tiempo fuera de casa. Y la nany era severa y arisca. Lo que más le inculcaba era disciplina y esfuerzo dejando a un lado sentimientos y dulces palabras.

Un día Álvaro se escapó al parque, hacía mucho que no salía de casa y deseaba tomar un poco el aire, observar los árboles sentado en un banco o jugar con la arena. Cuando llegó se fijó en una fila de hormigas que, soportando el peso de algunas miguitas y cáscaras de pipas, se dirigían a su hormiguero. Puso su nariz muy cerca de ellas y entonces se dio cuenta de que eran como bolitas negras, algunas mas gruesas y otras más pequeñas. Le pareció alucinante. También vio una que se alejaba de las demás, y una pequeña y enferma a la que otras dos llevaban en dirección al hormiguero. A Álvaro le pareció que eran todo un equipo, muy trabajadoras y limpias. Estaba tan embelesado en el estudio de aquellos seres que no se percató de que detrás de él había alguien. Cuando le hablaron Álvaro se volvió y observó a una niña algo más pequeña que él, con sonrisa divertida y ojillos chispeantes. “¿Te gustan las hormigas?” Le preguntó. “Sí” Dijo Álvaro, “Son interesantes”. “Ah, conque te gustan los bichos”. “Bueno, no todos. Me gustan las hormigas, las mariposas y las lagartijas” “Pues yo tengo un bicho en esta cajita que es mucho más alucinante que esas estúpidas hormigas”. La niña mostró una caja de cerillas con el dibujo de unos pajarillos picoteando unas ramas.”Se llama Theodora” Añadió la niña “¿La quieres ver?” El niño sintió curiosidad por lo que afirmó con la cabeza. La pareja se sentó en uno de los bancos del parque y la niña, muy despacio, fue abriendo la caja. Aquello le otorgaba emoción al acto y el niño se quedó gratamente sorprendido cuando vio el resultado. “¡Es increíble!” Exclamó.”¿De dónde la has sacado?”. “Me la encontré en el patio de la casa de mi abuela”. “¿Verdad que es hermosa?”.” Es interesante” Dijo el niño. “¿Más que tus hormigas?”. “Sí, mucho más”. La verdad es que a Álvaro aquella niña le resultaba extraña. Sus primas no eran así. Sus primas eran algo cursis, llevaban vestiditos de seda o terciopelo con puntillas y de color rosa y eran sosas y también un poco aburridas. Hablaban sobre princesas y hadas y a aquella niña ¡le gustaban los bichos! Era mucho más pícara y lucía unos tejanos y una camisa de cuadros. Iba algo despeinada y tenía un arañazo en la cara. “Me lo ha hecho mi gata” Le diría más tarde “No solo me gustan los bichos ¿sabes?” Y es que el bicho que tenía, el que le había enseñado, no era ni más ni menos que una cucaracha “Alucinante” Se asombraba Álvaro “¿y qué mas te gusta?” le preguntó Álvaro “Bueno, también me gustan los coches teledirigidos” “Ah, yo tengo un coche teledirigido y con sonido, te lo cambio por tu cucaracha” “No, ni hablar. Theodora vale mucho más que eso.” “Bueno, pues dime otra cosa que te guste.” “Bueno” dijo la niña “También me gustan los cromos de fútbol” “¿Los cromos de fútbol?” Se sorprendió el niño “Pues yo tengo todas las colecciones de cromos de fútbol.” “Te las cambio por Theodora” “No, no .Mi cucaracha es mucho más valiosa“ “Esta bien, dijo el niño” “Entonces, dime que es lo que más deseas. Me da igual lo difícil de conseguir que sea porque estoy seguro de que yo lo tengo” La niña se quedó pensativa un momento. Su mirada se perdió en lo claro del horizonte. A instantes parecía nostálgica, a momentos aturdida. De pronto dijo bajito “Bueno lo que siempre he deseado es tener un amigo de verdad con el que poder jugar. Yo estoy un poco sola, ¿sabes?. Todavía no he empezado el colegio y no conozco a nadie.” “Y ¿en tu barrio?” Se preocupó el niño “Mis vecinas dicen que soy rara y se asustan de mí” El niño sintió pena por ella y se dio cuenta de que aquello que deseaba la niña era lo que él llevaba buscando desde hacía mucho tiempo. Se dio cuenta de que se necesitaban el uno al otro y de que él podía darle lo que deseaba ofreciéndole su amistad e invitándola a ir a su casa y jugar juntos con los miles de juguetes que tenía Él era una amigo de verdad y tan seguro estaba que le dijo a la niña “Yo puedo ser tu mejor amigo y para demostrarte que soy una amigo de verdad te ofrezco mi amistad gratuitamente. Ya no quiero a tu cucaracha. Te ofrezco mi amistad sin pedirte nada a cambio ¿Qué te parece?” La niña rió de alegría, le abrazó con energía y le contesto “Theodora y yo estaríamos encantada de ir a tu casa a jugar con ese coche tan moderno y ruidoso que tienes”.