sábado, 4 de febrero de 2012

Veo tu rostro, me fijo en él mientras estás distraído y me pregunto si alguna vez pensarás en mi como yo lo hago contigo. Los diminutos caramelitos, blancos como el abismo más cruél, me dejan sin voz, tirada en la cama, deseosa de tu calor y de tus besos. Y serían los besos más tiernos, más sensuales, más excitantes. Y te llamo, con alguna excusa pero tú no tienes tiempo que perder y te enredas con los discos, con pantallas llenas de sonidos que se interrumpen una y otra vez. Cierro los ojos y me doy cuenta de que esta maldita enfermedad cada día me deteriora más y de que no soy más que un saco de huesos que se arrastra por las calles en busca de respuestas, en busca del amor. Voy persiguiendo corazones gigantes, que botan, como pelotas de plástico, que vuelan como globos y nunca los puedo alcanzar. Si mi corazon fuera un globo tú lo explotarías. Porque los pedacitos de mi corazón ya se perdieron en los años pasados. En los que tu me besabas en los rincones y alguna niña al vernos susurraba "qué bonito". Y lo era. No tengo quien me ame y yo quiero amar. Mi vida ha sido un fracaso. Se me escurrieron entre los dedos todos los éxitos y encontré una criatura a la que hice feliz durante muchos años. No soy más que una pobre desgraciada con los pies deformes de tanto caminar. Caminé tanto. Día y noche. No soñaba, no dormía, no comía apenas, ni reía. Tan solo caminaba, esperando encontrar un lugar, mi lugar. A día de hoy todavía no lo he encontrado. Tal vez deba coger una nave y buscar en otra galaxia, tal vez deba irme a otro país donde la gente sea más buena. No lo sé. Escribo y no salgo de casa. Lo poco que tengo me lo gasto en tonterías, en cosas que no me hacen falta. Algunas para crear, otras simples objetos o ropa que se me estropea. Cuando salgo a comprar la comida voy mirando a todos lados: los bancos, las mesas de los restaurantes, la basura por si me encuentro algo que te pueda dar. Y acabo llenandome de porquería las manos mientras limpio un periódico o una funda para la tarjeta de transporte. Te quiero.... Pero a mi no me quiere nadie.