¿Os acordais de Casimiro? Sí, ese muñeco que decía que había que cenar sanamente, cepillarse bien los dientes y acostarse a una hora decente. Pues un día cogió piojos. La hadita protectora y amiga de los niños que además es su novia se enfadó mucho con él porque se los contagió. Y... ¿sabeis lo que pasó? Pues que el hadita se lo contó a todos los niños mientras dormían, gritándolo a los cuatros vientos, que bien le importará a ella el invierno, y además les dijo que cada vez que un niño o niña de su clase tuviera piojos dijeran "CASIMIRO". Los niños, inconscientemente, pillaron su mensaje y, claro, caso le hicieron porque aunque saben que anda un poco chalada la quieren igual. Así pasa, desde entonces, que cada vez que un niño o niña de una clase tiene piojos el o la que se da cuenta dice: "CASIMIRO" a lo que el piojoso-a responde "Pero, si ya has mirado".
Las madres que nos hemos enterado de esta historia les recomendamos a nuestros hijos que mejor les digan "Yo te miro pero aléjate de mi por lo menos tres metros"
Por otro lado el enfado de la hadita quedó grabado en las estrellas y en las mentes de los niños pero cuando ambos puedieron quitarse los piojos volvieron a estar juntos. Como siempre Casimiro tan cariñoso y ella tan amorosa.
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| No me importa que tengas piojos, cariñoso. Sonríe |
