![]() |
Hora maldita. Maldito diablo |
Un día, a esa misma hora se lió a pedradas contra el reloj de la estación. La policia la acusó por desarme público y ella dijo que como los armados eran ellos no podía hacer más. Así que se quedó desarmada por amor (o eso creo por lo que despues pude escuchar de la gente que lo vio) “él está preso pero nadie se lo quiere decir. Él es conocido en todo el pueblo. Sí, ese delgadito que solía ir con gafas de sol”. Mientras la metían en el coche recogí todas las colillas que tiradas dejó y en el suelo, junto a los torniquetes y el destrozado reloj dibuje un corazón. Las campanas de la iglesia de la plaza dieron las siete y, a lo lejos, en carretera, asfalto difuminado por la niebla chillé ¡vuelve mañana a las siete, quizá pueda arreglarse tu corazón!