miércoles, 31 de diciembre de 2014

No suelo poner una X en los días del calendario

Jueves, viernes, sábados, domingos siempre absurdos. Horas gemelas cada día. Noches donde el alcohol y la música seducen. Indeseables que solo buscan una chica para pasar un buen rato. Chicas que solo buscan un par de oídos y un abrazo y aún así, pasan un buen rato, que después se convierte en arrepentimiento y asco. Se repiten los días, se repiten las noches, los momentos, las conversaciones. El murmullo del niño sigue igual, el llanto del río, el grito de la olas, el ocre de las hojas en Otoño, los ojos del gato vagabundo, igual.

La esperanza siempre es gris, como las paredes de esa habitación. De mi verdadera habitación. Al amanecer, los rayos del Sol acarician su oscuridad e intentan iluminar mis ojos pero la esperanza sigue matándome, poco a poco, con su presencia oscura. Corre por mis venas tiñiendo la sangre con su fuerza y todas las palabras, entonces, pierden su significado, y todas las personas que conozco dejan de ser ellas para convertirse en esperanza. Solo esperanza, siempre esperanza. Y él me lo dijo "no pierdas la esperanza" dichoso ángel de mi vientre y garganta. Los recuerdos me amenazan con esa canción amarga de estribillo resplandeciente. Quiero ser como él. Contar con su inteligencia, su fuerza, su estilo. Le veo, sentarse en el escalón de un portal. Mira el suelo y se abraza a sí mismo. Está cansado y solo tiene veinte años. Sé que no dormirá en casa. La noche, el portal y la amistad de ese gato que ahora no quiere soledad y junto a él se ha acurucado serán suficientes y necesarios.

No volverás a usarme. Me quedo aquí pues he de llevar a otro.
Un esfuerzo, un despertar silencioso, una mañana tibia, un atardecer lejano, unos ojos rasgados en la supeficialidad de quien no quiere ver su propia mirada, pero quedan en tu ilusió, en tu recuerdo y por eso mismo sé que todo es mentira. Un sentimiento intenso, cuéntame un cuento pues quizá solo puedas ser mi padre y yo una niña con cesta de mimbre y por sombrero un trapo. Un deseo, una marga realidad, dame, dame de tu boca un poco más, un amigo que consuela, en el sueño que nunca logro soñar, una llamada a deshora cuando es la mejor hora para hablar, una noche sin dormir, dos, tres, un sin fin, un cuerpo frío si no tenemos donde dormir, tú nervioso, yo tranquila, tú cuerdo, yo borracha, una mirada insegura y hermosa, hazme sentir dichosa, una eterna confusión y buscar la cura en otra locura, gente que no es lo que parece, y lo que yo parezco te puede resultar diferente pero también soy gente, de aquí a allá, de acá para allá, como un sin vivir si el niño en toda la noche no dej de llorar. Y ¿dónde parar? Si no sé dónde paras tú. Y ¿Para qué hablar? Si de tus labios solo sale una media verdad y yo solo se disimular lo que guardo en realidad. Hay palabras que protegen, Lunas que nos son pálidas y sino mira a esa chica, días en los que siempre es de noche y noches mejores que los días, despedidas que entierran un destino. ¡Por Dios! Como odio las despedidas aunque me marche con un guiño del que quizá te arrepientas. Distancia que hace olvidar y dibujarás el mar, momentos que llegan de nuevo y otra vez vuelve a doler la despedida aunque esta vez me marche con un beso de tu boca y de la mía. Sentirser insignificante, buscar un modo de no ser malvada, hallar la manera de ser mala, procurar que no duermas con mi demonio, esconderlo debajo de la cama y siempre ese corazon oscuro que emana dulzura y nadie se explica la razón. Y sigue el calendario. Lunes, martes, miércoles.... vacíos.

¡¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!!

Hola: feliz año a todos y espero que este año que entra sea mucho más positivo, lleno de amor y proyectos cumplidos. ¡¡¡Feliz Navidad!!! Aunque, a veces, no sean tan agradables como desearíamos.

Aquí os dejo un relato. Otra vez rebuscando en mis cajones. Llenos de agendas, dibujos, postales, cuentos y poemas. Este lo debí escribir también a los 14 o 15 y quiero dejarlo aquí porque quizá y espero os guste leerlo. Un beso muy fuerte a todos.


MUERTE PARA DOS

Quizá podría haber sido así.
SONRÍE


La casa estaba solitaria, fría y triste. La maldita lluvia no dejaba de golpear el cristal mientras yo intentaba encontrar calor y consuelo en un vaso de leche bien caliente. El ruido provocado por las gotas al chocar contra la ventana aturullaba mi cabeza, me mareaba. Exaltada por la congoja abrí, bruscamente, las puertas del balcón y asomándome a la calle dejé que aquel agua del cielo se mezclara con el de mi profunda tristeza. Estuve un rato así. Quieta. Mirando las estrellas y sintiendo el frescor de la noche parisina en mi rostro. Poco a poco dejó de llover.

Aceptar que mi hermana había muerto era tan difícil.... Su recuerdo permanecía vivo en mi. Aquella risa voladora que siempre despertaba mi alegría dormida, la dulzura de su voz, la bondad de sus manos traducida en abrazos y caricias, su generosidad.... ¡Era mi hermana! ¡No podía olvidarla, así, de repente!

Según los médicos la muerte había sido provocada por un ataque al corazón. Le ocurrió mientras comía. Mi cuñado también estaba muy afectado por el suceso. Aquella tarde me dijo que necesitaba emborracharse y que no le esperase hasta por lo menos la una de la madrugada. Aún eran las once y media. Quise dormir para escapar de aquel infierno pero no pude. Él iba a venir, no podía ser tan desconsiderada. Intenté entonces mantenerme entretenida leyendo algún libro. Me acerqué a la estantería donde estaban y donde antaño había visto a mi hermana colocarlos por orden alfabético y tomé uno. Al hacerlo unos papeles cayeron. Los cogí. Era un texto de dos páginas, mecanografiado a doble espacio. Debía ser obra de mi cuñado, pues era aficionado a la escritura y, de vez en cuando, en las reuniones familiares, nos sorprendía leyendo alguno. Aquel se titulaba " Muerte para dos". No me sonaba. Tentada por la curiosidad me acurruqué en el sillón y me dispuse a olvidar, durante unos momentos, la pesadilla que estaba viviendo:

"Julia supo que nada podía hacer. Se estaba muriendo. Se ahogaba. Estaba perdiendo la vida mientras su marido, sonriendo, la miraba y tomaba otra cucharada de sopa. Hacía días que estaba nerviosa. Desde que descubrió aquella carta entre los papeles de trabajo de su esposo una angustia indomable se había apoderado de todo su cuerpo. No pudo evitar derramar algunas lágrimas cuando al leerla descubrió que, Daniel, su compañero, la estaba engañando con otra mujer. Sintió como su corazón se iba arrugando, poco a poco, hasta hacerse diminuto y como un odio implacable le hacía apretar fuertemente los dientes para volver a abrirlos en un grito que exhalaba un : ¡¡¡Noooo!!! A partir de entonces su vida se convirtió en un tormento. Cuando Daniel se marchaba a trabajar ella se quedaba sola en la casa y creía volverse loca. Imaginaba cómo sería aquella mujer. Seguramente una morenaza, alta y llena de curvas. A Daniel siempre le habían gustado mucho las féminas exuberantes. "Una mujer sin curvas es como un mar sin olas. No hay pasión" Decía, de vez en cuando.

Ciertamente los últimos años no habían sido muy buenos para la pareja. Daniel se había vuelto distante y frío, casi no hablaba con su esposa. Económicamente las cosas tampoco marchaban demasiado bien, el sueldo de Daniel era escaso y si no hubiera sido por la ayuda de la adinerada familia de Julia habrían tenido serias dificultades.
"¿Por qué?" Se preguntaba ella "¿Es que no le di el cariño suficiente?" "¿Es que no le traté como él esperaba?"

Los días iban pasando y Julia, poco a poco, se iba trastornando cada vez más. De pronto, un pensamiento enfermizo cruzó su mente: "Ese desgraciado debe morir". Aquella idea la asustó pero estaba tan dolida, tan aturdida por aquella situación que ya no diferenciaba entre el bien y el mal. La siguiente semana la pasó pensando, planeando la manera de matar a su marido. Ya, ni siquiera dormía, su vida estaba dedicada a un solo fin. Daba vueltas por el pasillo, por las habitaciones intentando la manera de deshacerse de aquel ser que la había humillado sin piedad. Iba a ser difícil pero eso no le importaba nada. Entonces se le ocurrió. Le pondría cianuro en la comida. Si se la administraba a pequeñas dosis durante un determinado tiempo la muerte podría ser fácilmente confundida con un ataque al corazón. Todo podría haberle salido bien sino fuera porque su marido había ideado el mismo plan. Si la mataba heredaría todo su dinero y podría ser feliz junto a la mujer a la que realmente amaba.

Ahora, junto a la mesa, frente a su marido, Julia se moría. Él, sonreía. La mujer le miró en los últimos instantes de su vida y también sonrió. Daniel seguía tomando una cucharadita tras otra de... veneno"

No tardé mucho en leer aquella historia. La tuve un momento entre mis manos y después, un poco adormilada ya, me incorporé lentamente para colocarla donde la había encontrado. Miré a mi alrededor. Otra vez soledad, otra vez tristeza, otra vez vacío. Mi hermana no iba a volver. El reloj marcaba las doce y el tic-tac de sus manecillas, inapreciable durante el día, ahora se adueñaba del silencio convirtiéndose en un murmullo insoportable. Me sentí rara. Me pareció haber vivido parte de lo que aquellas hojas de papel contaban. La muerte de mi hermana había sido supuestamente provocada por un infarto y la ocurrió mientras comía, como a la protagonista del cuento. Mi familia es de clase alta y recuerdo que un mes antes de morir mi hermana nos pidió ayuda económica. Nos contó que su marido llevaba un tiempo sin trabajar y que estaban un tanto apurados. Nosotros, por su puesto, les dimos todo el dinero que necesitaban. Mi cuñado, Juan, ahora, heredaría todas las pertenencias de su mujer: las diferentes cosas que tenía distribuidas por Francia, el porche que le regaló papá, sus joyas... No sé, todo aquello se parecía tanto a lo que se narraba en el relato ¿Y si Juán inconscientemente escribió lo que más tarde pensaba hacer? No, no podía ser pero.. pero y si él...¡¡¡Oh, no!! ¡¡Dios mío!!!

Me puse histérica. Como poseída por un espíritu demoniaco. Comencé a revolver toda la casa. Busqué por chaquetas, libros, cajones, estanterías, armarios.... intentando encontrar algo que corroborara mis sospechas y entonces, escondidas dentro de un cojín, hallé un montoncito de cartas. Eran para mi cuñado y la mujer que las había escrito no era mi hermana. Sentí ganas de vomitar. Las leí todas. En una de ellas, la más reciente, decía: "No sé si debemos hacerlo, Juan. Quizá se den cuenta. ¿Y si descubren que la muerte de tu esposa no ha sido provocada por un ataque al corazón? No estoy segura. Heredarás todas sus riquezas, sí, pero ya te he dicho mil veces que a mi eso no me importa, que lo más importante es nuestro amor...."

Una repulsión atroz hacia mi cuñado envolvió mi alma "¡Ese hijo de puta!" Las lágrimas, una vez más, corrieron descontroladas por mis mejillas hasta caer al suelo "¿Cómo se las habrá ingeniado para engañarnos así a todos?" Me pregunté.

De pronto sentí como la puerta de la calle se abría. Escuché unos pasos lentos acercarse. Me apresuré a poner de nuevo las cartas en su sitio. Mi cuñado entró entonces en el salón. No parecía borracho. Me saludó:

- Hola
- Hola.- Contesté.



sábado, 20 de diciembre de 2014

Vaya, llegó otra Navidad


Azul cielo


Dejaré mis labios entreabiertos por si necesitas besar y no, no hace falta que sea Navidad. Soplaré todas las velas por ti en Diciembre, por si te falta el aliento y enredaré ese cabello de mi melena en tu piel escribiendo un te quiero y no, no es porque sea Navidad. Podrás lanzar mil improperios al viento mientras mis suspiros dan ritmo a la canción de ese desierto que no es más que la Navidad. Y sí, llegó el tiempo perdido de todos los años donde no hay que perder el tiempo sino guardarte bajo un sobre rojo y junto a tu cuerpo, yo, azul, poner un sello que nos envíe directos al cielo.

Oh, dulce Navidad



Si  existe el amor no creo en la Navidad



No seré la idiota que dirá "Te quiero"

No, no me gusta la Navidad. No, prefiero no decir, prefiero no hablar. A través de los ojos de un niño podría ver luces adornando calles, carreteras donde alguien conduce sin saber bien a dónde va. Yo solo camino hacia el punto de encuentro de almas desconsoladas, hacia ese punto donde gracias a Dios no existe la Navidad y entonces reiré sinceramente y mi eco llegará hasta esa casa que siempre permanece en silencio pues un copo de nieve se ha encaprichado de tu nariz y tú no te has dado ni cuenta. Oculto mi amargura bajo capas de rimel y pinta-labios y las canciones más idiotas se cantan al amor de alguna puerta, amor por decir algo, con esperanza y pandereta y perdón al más alto si es que quiere o puede responder y de una vez por todas escuchar su voz, esa voz. En Navidad no pongo fecha en las postales ni deseo un feliz año nuevo. En Navidad los niños piensan en regalos y dejan agua a los camellos que llegan y se van sin decir un hasta luego y después te despierto y sonrío cuando ves que solo te han dejado carbón.  Debo ser niña mala y tú sin quitarte el pijama. Pero no temas nada, solo es que no me gusta la Navidad. Locura de turrón y mazapán. Escapar de gastar lo que no tengo y luego las rebajas de Enero donde se me resbalan las cosas en las que sí puedo gastar. Y tú… seguirás diciendo ¡Qué bonita es la Navidad!
 
 
 
 
Dile la verdad a Caperucita



 
LA CAPERUCITA DE TU DESEO... Y CON PAJARITOS DE COLORES


Y  no me cuentes culebrones cutres, ni me leas las noticias de la semana, mientras desayuno en la cama, croissants y flores de tus aromas y sinsabores. Apaga el televisor si es la hora de ese programa, porque para la audiencia no hay decencia y mi inocencia no hace par con diálogos vacios de mentes demasiado cuerdas. Ni sintonices siempre la misma emisora porque estoy harta de escucharla en el super mientras compro la cena y luego en el taxi que me lleva hasta tu casa. Paso la página si es que hablan de belleza y paso de ir a la moda si es que se trata de llevar escotes en invierno y vestidos Imposibles de niña en Noche-Vieja. Prefiero rimar o que te acurdes de un mito o que me chives algo o solo un guiño. Prefiero soñar o que después de un no digas un sí el resto del año. Navidad roja, Navidad azul y no te engañaré si me engañas tú. Y no te engañaré si me visto de diablo ni tú me engañarás si en el cristal empañado escribes un te quiero. Al menos no me des boleto de vuelta a casa y digas luego hasta mañana. Prefiero un billete a ninguna parte pero de tu mano. Y si es Navidad, mucho mejor, le daremos la cesta de tu jefe a Caperucita. El lobo se emborrachará con la abuela y tú y yo le diremos la verdad a esa niña que no sabe por qué los Reyes nunca le traen lo que pide.

 



viernes, 14 de noviembre de 2014

Si no fuera porque, a veces, tu sonrisa ilumina hasta el día más gris

Si alguna vez
Si ahora mismo
Piensas
Que ya
Nadie
Te acompaña
En este viaje
Si
Al subir
La escalera
Detrás
De la puerta
La casa
Está vacía
Y
Los tres peldaños
Rojos
No te conducen
A ninguna parte
No te preocupes
No derrames
Ni una sola lágrima
A no ser
Que la tierra
Esté seca
Y se conforme
Con la soledad
De una tristeza
Pero
No
No solloces
No decaigas
Pues
No hay nada
Que perder
Y mucho
Que ganar
Jamás estarás sola
Con tu soledad
No estamos solos

No estás sola
Él tampoco
Muchos se fueron
Batallas perdidas
Pero si tú
Aún sigues vivo
Y yo también
De la mano
En el laberinto
Oscuro
Maldito
Como nos hacen creer
Hallaremos la salida
No soy una chica perdida
Si de tu mano
Si puedes comprender
Nunca es tarde
Si te digo vuelve
O tú
Decides volver
Me cogeré a tu cintura
Y te digo
Te susurro
Te grito
Si no hay más remedio
Baila
Ríe
Corre Grita
Pues está ahí
La puerta
Hacía algo mejor
Tú no estás sola 
Pequeña
Ni tú
Que me acompañaste
Ellos siguen ahí



Sonrisas
Risas Un sí
Un no, por ahora
Ya deshora
Como siempre ese café
Mancha
Por encima
De mis labios
Pinta labios barato
Y no
Muy adecuado
Disimulas
Te apresuras
Y sí,
A veces
Es mejor pensar
Que todo
Es una película

Me siento usada
Me siento tirada
Como una carta Que no llega a su destino
Como una carta
No leída
Manoseada
Y finalmente
Dormida
En la esquina
De un cajón

Caleidoscopio en mi vida, doy vueltas y me parece ver tus ojos


Despertar a tu lado otro amanecer 
SONRÍE
Miro
Miro mis pertenencias
Miro
A través de la ventana
Como si algo
Un rayo
De Luna
O de Sol
Me susurrar un secreto
Ese que no adivino
A saber
A desear
Porque se esconde
Dentro
De las conchas de mar
Que solo
Una vez
Pude ver
En un marco antiguo
Y sé
Me doy cuenta
De que
Esas pertenencias
Realmente
No me pertenecen
En su totalidad
Solo las pocas
Que adquirí
Sin pensarlo mucho
Como un amor desesperado
Y
Últimamente
Solo puedo comer
Media manzana
Golosinas
Como dos
Par
Sin par
Como poema de amor
Hueco
Roto
Por si llega un tercero
Y no
No haré eso
Porque no quiero
Y
Así
De esta manera
Camino
Hacia una nada
Llena de color
Fantasía
Purpurina
Y cuentos
Y tal vez
Un beso 
Tal vez
Uno de tus besos
Camino así
Sin miedo
No hay nada que perder
Pues en la tómbola
Tocaron
Números equivocados
Es
Como si alguien
Hubiera desatado
Las cuerdas
Pero
Pude conquistar una isla
Lancé el ancla
De mi barco
Y
Como flecha de cupido
Se clavo en tu corazón
Con la suavidad
Del tacto de un pétalo
Mi barco
Con nombre de gata
Ojos claros
Sobre fondo salado
Divisé
Tierra firme
Y desde entonces
Es ahí
Donde habito
Aunque
A veces
No me sientas
Aunque no te enteres
De que yo
Siempre
Cada noche
Duermo a tu lado



No importa
Si
Por ahora
No ves
Más allá
De tu nariz
Te haré
Cosquillas
Con mi mirada
Con el vuelo
De mi falda
Sino descarada
Y si aún así
No estornudas
Simplemente
Me desnudaré para ti.

martes, 11 de noviembre de 2014

El ladrón de sueños

Un día, a través del Diario Semanal, llegó a mi la noticia de que en mi ciudad rondaba un ladrón de sueños. Más tarde la alerta me comunicó que vivía en mi calle y más tarde me enteré de que era vecino de mi portal. Por aquel entonces yo no hacía más que soñar y soñar, con gentes diversas, les ocurrían cosas. Gente conocida y desconocida que luego, a veces, reconocía por la calle. Pero nunca soñaba conmigo misma, situaciones o deseos, creencias o miedos. Las noticias comunicaban que ya nadie soñaba en mi ciudad y que el ladrón de sueños estaba empezando a robar en otros lugares, más tarde en países, después casi en el mundo entero. La gente decía que sus sueños eran de su propiedad y pedían que ese hombre les devolviera sus noches llenas de aquello que les hacía un poco más felices. Empecé a pensar que el ladrón de sueños también me estaba hurtando los míos pues aunque soñaba,
nunca era de mi pertenencia sino sobre otros u otras que, muchas veces, ni siquiera conocía. Me habían robado mis sueños. Bajando por la escalera a comprar me encontré con mi psiquiatra, no tenía ni idea de que vivía en el piso de abajo pues salía por la puerta y me confirmó que era su casa. Aquella noche soñé que ella era la ladrona por lo que mi enfado me llevó a dejar de tomar sus medicinas. A los pocos días mis sueños habituales desaparecieron y empecé a soñar conmigo, mis miedos, deseos o creencias subconscientes. Nos bombardearon con noticias que decían que el ladrón de sueños había dejado de actuar y la gente comenzaba a soñar de nuevo, había parado la amenaza y la búsqueda y captura del ladrón de sueños se había retirado. Aquella noche soñé que estaba feliz por recuperar mis sueños y una voz me dijo que ya no era necesario que arrebatara imágenes y fantasías nocturnas. Sentí miedo y decidí que jamás volvería a tomar esas pastillas.

Pequeño poema manchado de lágrimas

En las nubes
Por mucho tiempo
Estuve sobre una nube
Y cuando 
Me decidí a bajar
El suelo
Quemó mis pies
Así que
Tuve 
Que volver a subir
Y así voy
Sobre una nube
Pero
Hayá dónde esté
Intentaré
Juro que intentaré
Siempre
Siempre
Siempre
Hacer el bien

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Tu amistad no tiene precio, mi amistad no tiene precio

Atrapada
Por un nombre
Por una calle
Y no sé
Y no puedo saber
Lo que me espera
Lo que hay
Al otro lado
Del callejón
En silencio
Intento averigüar
Por qué callan
Y
Por qué susurran
Cuando me doy la vuelta
No entiendo
Por qué
el esfuerzo
Se paga
Y espero
Que nunca haya
Que pagar la amistad
Ni el amor
Ni nada
Como tú y yo
Tampoco entiendo
Por qué
Me esforcé más
De lo que podía
En realidad
¿No es bonito tener
Un hombro
Sobre el que llorar?
¿No es bueno saber
Que no andas sola
En este viaje?
Quiero viajar contigo
Pero no espero
Que me salves
Solo quiero andar
De tu mano
En este viaje
Mientras a mi misma
Me salvo
Mientras intento ayudarte
Y espero ser ayudada
¿No sería
Acaso
Justo
No regar
La envidia
Ni el odio
Mi los rencores
Aunque andemos rotos?
Solo dejarlos ahí
Y decir
Ni para ti
Ni para mi
Ni para nadie
Y, anda,
Dame un pedazo
De esa tarta de chocolate
Prefiero que
Ese agua
Se derrame
Aunque no sea
Cuestión
De desperdiciar
Y si sigues
Es que vales
Pero
No sigas mis consejos
Solo los tuyos
Solo coge
Una estrella
Del cielo
Que te acompañe
Como yo
Lo intento
O pide un deseo
Y de tus besos
Haré un cuento
Ese que tanto anhelas
Para que llene tus días
De alegría
De dulces
A media tarde
Suelen cruzárseme
Muchos Don Nadie
Pero tú
No volverás a serlo
No tú
Ni yo
Dame un beso
Tírame
Un te quiero
No importa
Donde estemos
Si volamos
Por el cielo
O nos abrimos paso
En el infierno.


Play-list

Si no eres lista ¿Para qué te haces la lista? Y si ya estás lista ¿Por qué tardas tanto en bajar?
Otra cosa: si pasan lista y no estás pondrán una X y si faltas tres veces pondrán XXX. Así que si al cuarto día apareces averigüa tú qué podrá pasar. Si ya tienes hecha la lista, en el super, tendrás que tachar y tachar y si se te olvida algún alimento, tú sabrás. O lo dejas para mañana, si es que tienes mejor plan o vuelves a bajar o te comes un "flan" para no ponerte como un flan. Como contar los días y salir de nuevo, es como recuperar cierta libertad. Las listas, suelen estar listas, da igual si es la que te llevas a la compra o a pasear. Y la verdad es que me gustaría ser lista, o un poco más, aunque llevo mucho rato esperándote... porque ya estoy lista.

jueves, 23 de octubre de 2014

El reloj parece marcar siempre la hora de la soledad

Es cierto. Y no lo pienses más. Es como creer en los trucos de un mago. Es como si Adam te hubiera ofrecido el fruto del árbol del saber. Y fue él, sí, en realidad, él fue quien me la dio a comer. No podía. Él decía, sé tonta, es mejor. Pero yo sé lo que tú no quieres ser y voy así, así, caminando sobre los hilos del tren, las vías del tren, arriesgándome a caer cuando menos Dios lo espere. Camino, sin mirar atrás, no me importa si el tren me persigue o si quiere algo más.Ganarás ¿quién? ¿Tú, yo? Ah, y yo también. Y, no, no lo soporto. Y no, me humillas con tus trenzas doradas cuando las ilumina el Sol. Pero creo, solo creo que sí. Que mi corazón será para ti. ¿Debo dejarte volar? Quizá sí porque sé que entonces sí volverás o solo es una fantasía más, de tantas. De cestas de mimbre y esas muñecas que nunca me gustaron. Haz un garabato y cuídame un rato, pero con garbo como en el sur. Los prisioneros son para los que cometen delitos. Y yo, yo no soy más que una mujer. Se burlarán, se reirán, se intentarán aprovechar. No busques más un compañero, a no ser que ya hayas descubierto el secreto. Que no sea cobarde y si lo es no pretendas que utilice sus armas para ganar pues quizá ni las conozca. Y tú, te preguntarás ¿mujer, niña, madre, hija? Todo eso y tal vez más o solo otro mal sueñ. Solo eres tú, con la ayuda de algo que aún permanece inerte pero que has revivido. Y sí, suele ser más interesante hablar con un chico. Un chico de-pende Y ¿sabes por qué?
Pues porque te da a pender de un hilo y si no te sujeta te puedes caer y si no te sujeta no te quedará más remedio que coser el hilo de sus ojos para que no pueda ver y entonces el que caerá será él.


¿Qué es un amante?
Ni lo sé, ni lo quiero saber
¿Qué es un funambulista?
Quizá solo alguien
Que salve una vida perdida
Caminando
Ella va caminando
Sobre la barandilla
De un puente.

Cuando no sepas qué decir
Mejor calla
Y cuando tengas algo
Muy bueno que decir
Calla también

Creía que era tonta
Y me estoy dando cuenta
De que casi todas las mujeres
Son más tontas que yo.

A TI

jueves, 25 de septiembre de 2014

Retales de poema recogidos de aquí y allá

Desayuno sin diamantes
Nunca he visto
Un guiño
De tus ojos
Puede
Que mejor así
Solo me indicas
El camino a casa
Llévame
De vuelta
A casa
¿Por qué
No me llevas tú?
Aconsejas
Que no me entretenga
Con las flores
Ni con las caricias
Que en mi deseo
Parecen venir
Del Sol
Pero él
Está ocupado
En negocios
Y reuniones
Y los ángeles
Se han ido
De vacaciones
No van a bajar
Ni por ti
Ni por mi
¿Y si
Me llevas
De la mano
A través
De este jardín?
Mi chico
Solía decir
Y no
No te odio
Y sí
Sí que mi pelo
Es rubio
Y si quieres
Esta noche
Podremos
Estar juntos
Y no
Mejor no
Y entiende
Lo que han hecho
De mi


Soplo las velas
De un año más
En soledad
La soledad
De no sentirte
Despierto
Extraño
Recordando
Que alguna vez
Me ayudaste
A soplar
El fuego
Del diablo


Y Dios
Nos vio jugar

lunes, 22 de septiembre de 2014

Para ti

Es todo lo que tengo que decir


Ni un momento
Paro quieta
¿Y tú
Dónde estás?
Donde queda,
El lamento
Que me dejaste ver
Y...
¿El mío?
Es mucho mayor
¿Podrás calmar
Mi corazón?
A esta hora
En la hora maldita
Aún sigo despierta
¿Tú también?
¿Por qué?
¿Qué nos han hecho?
Sí, 
Voy por ahí
Haciéndolo
Con desconocidos
Mientras pienso
En ti
Y,

Solo quiero verte
Un beso
Un abrazo
Solo algo
De tus labios
Y sí
Ya no soy
La misma
A la que diste
Todo tu ser
Pero,,,
¿Crees..?
¿Crees
Que aún puede
Ser?
Si afirmas
Quizá pueda
Volver.

No te deseo
Y no hay mentira
Mayor
Te quiero
Con el alma
Con mi mirada
Con el corazón
Con todo mi profundo
Ser
Lo siento
Siento si te fallé
Por Dios
Perdóname
Y
Por favor
Responde
De una vez
Este llanto
No hay quien
Lo pare
Responde
De una vez

domingo, 21 de septiembre de 2014

Para alguien a quien deseo

TE QUIERO. CREO QUE SABES QUE ES PARA TI.
SOLO SON FANTASIAS
¿Sigues ahí?
Sigo aquí
¿Puedes sentir
El latir
De mis pensamientos?
Pienso en ti
¿Piensas en mi?
Siento tus manos
Bailarinas
Rozar mi pecho
Colarse
Tras mi falda
Abrir
Algo prohibido
Si yo no quiero
Pero quiero
Y te lo ofrezco
Y me derrito
Si metes tus dedos
Dentro
Has cruzado
Mi frontera
Me has hecho
Tuya
Por un momento
Y así
No puedo
Me he entregado
A tu derrota
A mi derrota
Pero
Si somos lo mismo
Encadenados
Sé que tu sexo
Dentro del mio
Creo que podremos
Y llegaremos
Y creo
Que estoy
Tocando el cielo
Si tus besos
Recorren mi cuerpo
Bañado en espuma
Azúcar
En una feria
Donde te dejo ver 
Mis medias
Mientras
Solo dicen tonterías
¿Qué importa
Lo que digan?
Tu y yo
Somos mucho más
Que eso
Nos amamos
Somos uno
Y,

Siento 
Muchísimo deseo

Imagina que es para ti
Porque sí,
Es para ti.

martes, 16 de septiembre de 2014

Ella

Ella trajo el amor
Sí,
Se abraza, se siente y se palpa mientras la noche echa su oscuro manto.
A veces
Nos despertaba
En mitad de la noche
Pero
Qué más da
Porque ella
Sencillamente
Nos ofrecía
Su corazón
Y ahí está
Y ahí sigue
Y da igual
Si hace frío
O calor
Porque ella
Simplemente
Como todos
Intenta sobrevivir

Me estás apartando y no sé si huir o cantarte para calmar a lo que has fallado




Tú, yo. Sí, creo que eres como yo. Sí, creo que soy como tú.

De alguna manera
Me estás echando
Me estás
Apartando a un lado
No soy
Una hoja
En Otoño
Que cae
De un árbol
Sé que no correrás
Tras de mi
En ese soplido
Tan cruel del viento
Como lamento
Que se lleva
El diablo
Y a mi
También
Me quiere llevar
Como esmeraldas
En un cofre
Ojos de gato
O elixir
Perfume 
Del más caro
Me quiere llevar

A donde
Ya no haya
Vuelta atrás
Como un muñeco
A cuerda
Que se le acaban
De caer
Varios céntimos
Dinero
Si se te escapa
Permanecerás 
En este cuento
Y luego
El escritor
Si le sorprendes
Te dará más dinero
Como un regalo
Del que no
Te conoce suficiente
Como siempre
Se nos escapan
Los protagonistas
Peculiares
También artistas
Toman forma
Vida más allá
Y para qué
Apostar
Ella
Puede más
¿De qué
Está hecha?
Tal vez
De libertad
Y azúcar
Y de azúcar
No se puede
más
Endulzas mi alma
Mis manos
Y mi pelo
Yo sí
Que no puedo más
Y sé
Que me sientes
Que algún día
Llegaré
A donde
Tú estás
No estás sola
Muñeca
Hay alguien
Por quien esperar
Ella piensa
Que es
Del montón 
Ella sabe
Que él
Intentó algo
Que pudo
Parar a tiempo
Y que solo imagina
En el gozo
De una soledad
A medias 
Pues si ella 
Lo piensa 
Hasta las orillas
De sus sábanas
A él le llega
Y ella siguió
Hacia el destino
De tal vez
Algo que es difícil
De ver 
Y tal vez
Deba pasar
Toda mi vida
Viviendo
Para tu realidad
Y mi realidad
Película
De hace
Algún tiempo.




Escribo
En un estado roto
Lleno de lamentos
Y risas
Compradas
Allí abajo
En la casita
De madera
Que queda cerca
De casa
No sé
Qué me pasa
Huir
Quedarme
Solo quiero
Poder dormir
Esta noche
Y si volví
A fallar
Lo siento
Derroche
De magia
Con los sentimientos
O algún roce
De tus manos
Sobre mi escote
De tus manos
Tras mi falda
De bronce
Pero
No es cierto
Que me guste
Andar
Sobre las tumbas
A altas horas
De la noche
Ni que
El cielo gris
Me provoque
Lo que tú 
No me provocas
Es decir
Un derroche
Arena fina
Como lecho
Y en tu pecho
Mi mejilla
Sonrojada
Por tus besos
Es extraño
Vivir así
Sin día
Y sin noche
Sin principio
Ni fin
¿Principios
Moral?
Solo despistes
Y algo fuerte
Para cenar
Y así
Soñar contigo
Si es que
Tú conmigo
Puedes soñar
Para un turbio
Momento
De reunión
Aunque sea 
En blanco y negro
Te quiero
Aún
Te sigo queriendo 
¿Me debería
Avergonzar?

Soy lo que queda de ti






Fui mujer cuando era niña y niña cuando fui mujer. Fui tu recuerdo perdurando más allá del viento si te azota entre cipreses despertando lo que queda de un ayer. Fui aquella a la que invitaste a un café y ahora soy la que duerme desnuda de tu presencia, una ausencia que maldigo y me maldice sin querer. Soy el marco que sujeta tus pinturas, El agua con el que borras las lágrimas de cada noche y con la que se esfuman pesadillas de vueltas en la cama que yo no puedo ver. Soy un enmudecimiento si te atreves a contarme tu parecer. También fui la mano que te llevaba, el semáforo que siempre te dijo "pasa" y pasarás por ese corredor que no es más que el pasillo de mi casa, otra vez. Fui una nota, varias, para que supieras que no pensaba volver a desaparecer o a escaparme si vuelvo allí por tercera vez. El "adios" que nunca te dije pues no hay final para una historia que se escribe al amanecer, atardecer y anochecer. La niebla, espesa, esta mañana, me recordó tus pestañeos, cuando andabas confuso o no sabías qué responder. Esposada, encarcelada, bailando las rejas de un crimen no cometido y tú me mirabas en tus sueños pero no aparecía el arma que pudiera cortar esos barrotes para arrancarme, para podar los malos sentimientos que aún aparecen si me encuentro sin ti en un lugar inhóspito de almas sin destino. Y salir por la puerta de atrás, no hay "exit" pues esto no es una desgracia ni tú y yo unos desgraciados. Fui mujer fatal jugando con niños al otro lado del patio del colegio. Fui gaviota buscando un mar en el desierto. Fui la rosa que arrancaste y plantaste en tu jardín. Soy el árbol, el huerto, el campo, la tierra que te da de comer. Y ahora, mírame, puedes tocarme. Ahora soy lo que soy, lo que llevo siendo desde hace meses. Ahora soy lo que has hecho de mi.