sábado, 31 de julio de 2021

Igual que antes


 En este cuento de Eloy moreno se expone el valor de la amistad. Cómo debemos cuidarla ya que un descuido o una falta puede romperla lo que dejará una marca indeleble y ya no volverá a ser lo misma.  De todo corazón 💕💕 deseo que os guste 💙💝💟💟💖


Un joven llevaba unos días preocupado porque le había fallado varias veces a su mejor amigo y notaba que poco a poco se estaban distanciando.

Como no sabía muy bien qué hacer, decidió ir a pedir consejo a su madre. Aprovechó el momento el momento del desayuno para contarle todo lo que había ocurrido.

- Sí, mamá, el otro día quedé con él y se me olvidó ir, me estuvo esperando casi una hora. En otra ocasión también se me olvidó ir a un acto que era muy importante para él...

- Bueno, normal que esté molesto contigo. - Respondió la madre.

- Sí, pero yo siempre he pensado que nuestra amistad era más fuerte que todo eso, que todas esas pequeñas cosas pasaban y al día siguiente todo volvía a ser como antes.

- En serio piensas eso?

- Sí, claro, somos amigos de toda la vida. Estas cosas pasan, y al día siguiente todo debería volver a ser igual.

En ese momento la madre se fue a la cocina, cogió un plato y le dijo a su hijo.

- Toma, cógelo y tiralo al suelo.

- Qué? - Contestó extrañado su hijo.

- Coge el plato y tíralo al suelo.

El hijo, al ver la seriedad de su madre, cogió el plato y lo tiró al suelo. Y este se rompió en varios trozos.

- Y ahora coge esos trozos, pégalos e intenta que el plato quede como antes.


Historia de amor

 


Oh, amor. Cuándo volverás? Siento el sinsabor de mis lágrimas negras como mi pasado y el loco frenesí que necesito derramar dentro de tus entrañas. Siento la breve eternidad de nuestra historia de amor, fulminada ahora por tu ausencia.


Oh, mi amor. Me duele tanto sentirte lejos. Mi vida es en blanco y negro desde que te esfumaste. Echo tanto de menos cuando repartían tus besos por mi escote y llenábamos la tibia tarde de risas burbujeantes. Solías traerme flores al despertar...


Oh, mi amor . Cuando volverás? Soy consciente del licor amargo de mis días que utilizo como jarabe para calmar mi ansiedad. La eterna brevedad de los instantes vividos junto a ti son un tiroteo de melancolía en mi mente porque te quería entre rejas pero con libertad. Porque mi decisión es incuestionable como la justicia que anhelan tantos hombres y con fe rezo cada noche por volverte a ver.


Oh, amor. Dónde estás? Quiero que bebas mi aliento roto, que te besen mis sonrisas, empaparte con el dolor de mi lluvia de lágrimas y regalarte toda mi vida. Incluso, sé que estaremos juntos después de la muerte.


Oh, querido. Sabes que nuestro amor habita en cada rincón de este lugar: sobre la fuente y las tumbas, sobre las más abruptas piedras, en el aroma de las flores del jardín, escrito en el melocotonero del patio. Mi espíritu suspira de amor por ti cada noche, sentada sobre una lápida, mirando la melancólica Luna. Aguardando tu llegada otra noche más en la que el sueño también me ha abandonado.



Oh, amor. Cuándo te desnudas de todo eres aún más bello. Oh, amor. Cuándo me desnudas de mi soberbia y trajes a medida vuelvo a ser yo otra vez, pura como una virgen. Somos la belleza más auténtica cuando nos despojamos de todos nuestros dolores y nos amamos con la más hermosa libertad.


Oh, mi amor. Siento que nos hemos ganado el cielo, como niños traviesos a los Dios ve jugar. Pero luego te echaste a llorar y no querías mirarme "No te quiero!" "No te quiero!" Chillabas, pero sé que sentías celos de las estrellas porque ellas podían contemplarme y regocijarse de mi dulce belleza.

Oh, amor. Cuándo volverás? Me queda algún resquicio, algún atisbo, algún retal por coser que me asegure que tú también me echas de menos? No estás y me consumo.


Recuerdo tu voz melódica y con eco. Cómo Como una cueva en una canción.


Oh, mi amor. Mece mi agonía con nanas, como solías hacer, después de hacer el amor. Íntimo llanto que daba justo en el centro de la diana de mi corazón al entregártelo todo. Y me vio llorar el amanecer. Vaga junto a mi el resto de tu vida. No creo que sean más de cien primaveras.


Oh, amor. Duermo a tu lado y despierto junto a tí y, sin embargo, te hayas lejos. Abrazo una burbuja de oxígeno, un pedazo de atmósfera, pensando que se trata de ti y solo encuentro el vacío. Intento ocultarlo hablando sobre temas banales y simulando risas que suenan tan falsas como las de un muñeco. Cuento cada Luna, como alma en pena mientras converso con L. de lo bien que me va la vida sin tí. Pero lo cierto es que ya no encuentro el consuelo de tu hombro. Ni el renacer de tu mirada cuando, a cada atardecer, nos reíamos en la estación. Y tus labios tocaban los míos. Y tú mirada enamorada vivía plena cuando yo bajaba mi mirada



Oh, amor. Cuándo volverás? Intento ocultarlo y hablar lo contrario pero el viento sabe que te amo y me susurra secretos sobre tí.

Oh, amor. Recuerdo cuando estábamos en la estación tomando cerveza. Yo llevaba un vestido largo color púrpura, y nos quedamos allí, esperando a que parara de llover. Pero antes que te besara, por solo un segundo, no pude disfrutar del "choc-choc" de la lluvia y sus tímidos besos. Quise un beso bajo el agua, como peces desmemoriados, pero yo jamás te olvidare. Dame un segundo más.

Oh, amor. Sí, a veces me encuentras callada, como absorta en mis pensamientos, no hagas caso. Es porque tu mirada me lo dice todo y entonces empiezo a divagar. Me habla tu mirada y la mía te responde, así podemos privarnos de una conversación usual, como ocurre con los verdaderos amantes.

Oh, mi amor. Prepararé para cuando vuelvas cestas de mimbre, ramos de flores y muñecas con el primer canto de los gorriones. Coleccionaré amaneceres para, en cada uno de ellos, tejer una bella alfombra sobre la que bailaremos celebrando tu llegada. Como a ti te gusta. Cómo yo adoro. Serán días verdes entre los árboles y días azules bajo el cielo que vio nacer nuestro amor. Testigo de nuestra historia.

Oh, amor. Cuándo volverás? Encontraré mi camino, como todos los enamorados. Tengo treinta y cinco años y me llamo Karen, ese es nuestro secreto y ambos sabemos lo que esconde.

Oh, mi amor. Tengo ganas de contarte tantas cosas... Por el tenebroso camino de la locura vaga tu espíritu, por las sombrías estancias, se esconde tras las grietas de las paredes, brilla en la risa histérica de ella, no sé su nombre. Quería decirte que al no contenerte en mi pecho, tu dulce cabello y calmar tus pobres arrullos de alma encerrada, me siento tan vacía. Al despertar y no sentirte cerca, en este continente que ya no te contiene me siento desvanecer, desfallecida en la más profunda tristeza. Quería decirte que recuerdo la magia callada de nuestros cuerpos desnudos haciendo el amor y como cambia el color de mis sentimientos al saber que no estás, como cuando niña esperaba a mi padre a las puertas del colegio y siempre tenía que regresar sola a casa. Quería decirte tantas cosas pero se me escapan del sombrero y se retuercen sobre las baldosas como gusanos envenenados.

Ahora me encuentro aquí. Sigo aquí. Tomaré café. De qué te hablaré, amor, antes que la noche concluya?

Oh, mi amor. Cuándo volverás? Junto al rostro vencido del anciano más triste del manicomio, cuando las mesas carcomidas por la humedad y el tiempo ofrecían su versión más trágica dijistes que me querías y, en presencia de las grietas de la pared, de las manchas de café sobre mi mesa y ceniza tirada por el suelo junto a las hormigas, a pesar de las promesas rotas y el descaro de tu desplante, confesaste que estabas enamorado de mi.


Oh, amor. Mi pelo ha perdido su brillo y llora tu ausencia como paja abandonada en un desván. Más no cortaré mi cabello porque tus dedos hacían divertidos círculos deslizándose por mis bucles y hacías reír al sol.

 

LOh, cariño. Quiero que sepas que allá donde te encuentres siempre estaré junto a tí y si te acaricia una suave brisa, se trata de mi aliento. 


Lorena Caballero Ortega 

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jueves, 29 de julio de 2021

Desayúnate con versos para reflexionar 🤔🤔😘

 

Muy buenos días a todos!!!!!

Para empezar el día os dejo uno de mis textos poéticos para reflexionar. Espero que os guste. Y a disfrutar del día con mucha positividad y entusiasmo 😄😄😄😍😍😋😋

Dime,


cómo te sentirías si te estuvieras muriendo?

Más viva que nunca.

Dime, qué harías si siempre has querido tener un hijo y ya has cumplido los 70?

Dime, qué harías si un día descubres que todos los príncipes de todos los colores para tí están en stock?

Dime, qué harías si te quieres morir por dentro y solo tienes quince años?

Dime, qué tal anda de salud mental tu ángel de la guarda?

Dime, no te preocupa verle, sentirle frustrado, deprimido, totalmente hundido?

Dime, qué sentirías si tu hijo cree que estás muerta y le ves llorar por tí?

Vaya! Creí que cuando muriera nadie sentiría pena.

Dime, qué harías si te llaman la más loca de todas las locas?

Materialízate. Estoy harta de estar sola. Solo busco un amigo.

Dime, es normal teñirse el pelo de rosa a los 40 y cantar como una niña tinta?

Dime, por qué todas las energías se ponen en mi contra?

La cárcel se lleva por dentro, como la pena, como la lista de la compra que tienes que memorizar.

Quizá hubiera sido mejor comprarme un mono.

Eres consciente de lo que se puede llegar a amar y a no amar a una persona?

Pero tú no puedes sentir como yo ni yo como tú.

Esta montaña rusa que me lleva del llanto a la risa.

Dejaste lagunas. El amor eres tú metido dentro de un cartón de vino.

Qué opinarías sí decidieran encerrarte en plena juventud?

A los 40 no puedo ponerme el vestido que me gusta, como cuando era pequeña.

Sinceramente y hablando claro

Te gustaría estar en mis zapatos?

Apuesto a que sí

He perdido tantas veces que tengo todas las de ganar

Por qué la vibración de la música es más alta ahora?

Estoy en un concierto y tú me besas

Pero la realidad es que siempre estaré sola

Sí Sí quiquis te presto mis botas, especialmente elegidas para mí

Vas descalzo? Los ángeles también

La vida puede ser muy irónica a veces

La vida puede ser tan cabrona

Siento todo de todos, cada pena, cada hastío, cubrirme el alma

Los recuerdos están por venir

Se trata de magia?

Te vas... Te vas

Por qué tan pronto?

No te vayas, quiero escribir más

Quiero sentirte

No me abandones

Tú, no lo harás, verdad?

Quizá llore

Sólo es que me siento muy desgraciada

No llores, mi vida

Por favor, no llores por mí

Eres mi ángel favorito

Quieres irte

Sonríe


La vida es irónica a veces

Puedo ser toda tu risa

Cómo una broma de mal gusto

Sé que me amas

Pero si eres un ángel negro

La botella siempre estará medio vacía

Por qué vuelves?

Qué más quieres que escriba?

Ahora me voy yo.

 


Leyenda sufie

 


Una mañana de invierno, un hombre que salía a pasear cada día por la playa se sorprendió al ver miles de estrellas de mar sobre la arena, prácticamente estaba cubierta toda la orilla.

Se entristeció al observar el gran desastre, pues sabía que aquéllas estrellas apenas podían vivir unos minutos fuera del agua.

Resignado, comenzó a caminar con cuidado de no pisarlas, pensando en lo fugaz que es la vida, en lo rápido que puede acabar todo.

A los pocos minutos, distinguió a lo lejos una pequeña figura que se movía velozmente entre la arena y el agua.

En un principio pensó que podría tratarse de algún pequeño animal, pero al aproximarse descubrió que, en realidad, era una niña que no paraba de correr de un lado para otro: de la orilla a la arena, de la arena a la orilla.

El hombre decidió acercarse un poco más para investigar qué estaba ocurriendo.

- Hola. - Saludó.

- Hola. - Le respondió la niña.

- Qué haces corriendo de aquí para allá? - Le preguntó con curiosidad.

La niña se detuvo durante unos instantes, cogió aire y le miró a los ojos.

- No lo ves? - Contestó sorprendida. - Estoy devolviendo las estrellas al mar para que no se mueran.

El hombre asintió con lástima

- Sí, ya lo veo, pero, no te das cuenta que hay miles de estrellas en la arena? Por muy rápido que vayas no podrás salvarlas a todas

.. Tu esfuerzo no tiene sentido.

La niña se agachó, cogió una estrella que estaba a sus pies y la lanzó con fuerza al mar.

- Para está sí que ha tenido sentido.


Mary y Pablo

 


Mi madre terminó de contarme el cuento, me besó en la frente y apagó la luz. Yo cerré los ojos. Quietud, silencio, oscuridad... Entonces un carro de bueyes se cruzó en mi camino, intenté frenar pero, por alguna extraña razón, el coche no paró y me estrellé contra el carro. Una fulminante oscuridad me envolvió. Sensación de paz, desahogo. Dónde me hayan? Entonces una luz me iluminó y vi el rostro de una mujer morena, con los ojos claros y los labios rojos. Me dijo,  unos instantes susurrante, al oído que se llamaba Mary y que pronto nos veríamos. Sonó el despertador.

Aquel día me sentí de lo más ruín y miserable. Mi jefe pretendía que vendiera una casa en condiciones que rozaban la ilegalidad y con precio desorbitado en lo concreto pero asequible para unos pobres extranjeros que trabajan en el campo y a los que nadie quiere alquilar un piso. Aquel día lo vendí. Un éxito para mi fracasada carrera como agente inmobiliario, que me sumió, por unos instantes, en una tristeza profunda, en la desesperante imagen de un pozo por el cual caes y nunca llegas al suelo. Abismo.

Bajo mis pies el ponzoñoso y duro asfalto, olor a coches y nubes negras me devolvían a la majestuosa ciudad de New York en Estados Unidos. Aquí todo es banal, tanto el amor como tu cartera. No sé por qué me acordé de mi madre, que solía contarme cuentos antes de dormir. Quizá porque ese sea el único amor que se pueda forjar y nunca ser destruido a pesar del monstruo de la superficialidad, crueldad, mediocridad como una mujer rubia, con tacones y uñas pintadas de un rojo bermellón clon de una mujer rubia, con tacones y con las uñas pintadas de un rojo bermellón. Entonces la vi. Sí, la vi a ella. Me refiero a que, por fin, vi a una mujer genuina y profunda, de voz dulce como el agua del río, con ondulaciones en su pelo y ojos azules como el inconmensurable Universo. Como un repiquetear de estrellas su tez pálida estaba surcada de pecas y un lunar al lado de la boca le aportaba cierta sensualidad de Diosa fértil como Afrodita. Firmaba libros a la puerta de una librería. Cogí uno de ellos y lo compré con la intención de tener la oportunidad de hablar con aquella mujer tan sencilla y, al mismo tiempo, con un halo de misterio como un rayo de Lun. Cuando me acerqué a que me firmara el libro no pude evitar decirle con toda la sinceridad de mi corazón:

- La he estado observando y es usted bellísima.

Dos incipientes redondelitos rojos asomaron a sus pómulos y se fueron extendiendo como una acuarela bajo la lluvia.

- Gracias. - Dijo ella.

Noté que le temblaba el pulso al firmarme el libro. Se llamaba Mary Spencer Smith. La invité a una copa y ella no se negó.

Pablo la llevó a un garito un tanto singular. Las paredes estaban revestidas de madera de cedro de color rojizo que aportaba la sensación de hayarse en una cueva rupestre. Sobre la madera había pósters en blanco y negro de iconos como Marilyn Monroe o James Dean. La luz artificial y centelleante se proyectaba en las motas de polvo provocando una lluvia de colores psicodélica. Se acercaron a la barra. Ella pidió un Jin-tonic y él un vino. A medida que iban bebiendo y charlando sobre temas de lo más variado sus cuerpos se hacían más cercanos. En Mary se disparó la oxitocina lo que la hacía sentir confiada y a gusto con él. A nuestro agente inmobiliario, Pablo, se le disparó la entrepierna. Terminaron en casa de la escritora haciendo el amor. Pablo, se sintió mágicamente enamorado, estaba seguro de que la había visto antes en algún sitio.

- Vamos! Despierta de una vez o llegaremos tarde a la boda!

- Joder! - Murmuró Pablo abriendo los párpados pesadamente e intentando despertar de un sueño tan profundo como un vaso sin fondo. Tenía el libro de Mary entre sus manos.

Su compañera de cuarto, Susy, artista underground y Licenciada en Filología Hispánica, le miraba con fastidio y cruzada de brazos al otro lado de la cama.

- Estoy enamorado, Susy.

Tú? El hombre sin escrúpulos que vende una casa trapera a unos pobres rumanos?

- Te lo digo en serio, ayer estuve con ella. Es preciosa y se dedica a escribir.

- Cómo se llama?

- Mary Spencer Smith.

Susy se echó a reír a carcajadas.

- Aún te dura la borrachera de ayer?

- Por qué? - Preguntó Pablo desconcertado.

- Ese es el nombre de una escritora del siglo XVI. Está muerta.

- Estuve con ella, lo juro, firmaba sus libros a la puerta de una librería de la Gran Avenida.

- Joder, Pablo. Tenemos una boda, no estoy como para escuchar tus estupideces. Date prisa y vístete y ya, de paso, échate un cubo de agua por la cabeza a ver si entras en razón.

- Ja,ja. No, en serio, Susy, llévame a su casa. Te la presentaré y así verás que no es un sueño.

- Y la boda? - Dijo Susy.

- Al carajo la boda!

Montaron en el coche.

- A la izquierda. Recto. Dentro de poco llegaremos. - Animaba Pablo a la apurada Susy.

De pronto, estalló una tormenta.

- Ya estamos. - Dijo Pablo.

En aquel momento un carro de bueyes se cruzó en su camino.

- Susy, frena!

- No van los frenos! - Chilló Susy histérica.

Pablo abrió la puerta del coche y se tiró a la carretera a tiempo. Susy se estrelló contra el carro.

En el mismo lugar donde se encontraba la casa de Mary había un campo de Cipreses por el que empezó a pasear Pablo sin dar crédito a una realidad que él se definió a sí mismo como alternativa. Se olvidó de Susy. Se olvidó de todo por unos momentos. Empapado por la tormenta tropezó con una tumba en cuyo epitafio rezaba el nombre de la escritora que, como Susy le dijo, databa del siglo XVI. Un alarido se le escapó de lo más hondo de sus entrañas y fulminado por un rayo cayó muerto sobre la tumba de su amada.

- Te ha gustado el cuento? - Le dijo su madre besándole en la frente.

El niño asintió con la cabeza y la madre sonrió y apagó la luz.

Quietud, oscuridad, silencio. Abismo.