viernes, 14 de noviembre de 2014

Si no fuera porque, a veces, tu sonrisa ilumina hasta el día más gris

Si alguna vez
Si ahora mismo
Piensas
Que ya
Nadie
Te acompaña
En este viaje
Si
Al subir
La escalera
Detrás
De la puerta
La casa
Está vacía
Y
Los tres peldaños
Rojos
No te conducen
A ninguna parte
No te preocupes
No derrames
Ni una sola lágrima
A no ser
Que la tierra
Esté seca
Y se conforme
Con la soledad
De una tristeza
Pero
No
No solloces
No decaigas
Pues
No hay nada
Que perder
Y mucho
Que ganar
Jamás estarás sola
Con tu soledad
No estamos solos

No estás sola
Él tampoco
Muchos se fueron
Batallas perdidas
Pero si tú
Aún sigues vivo
Y yo también
De la mano
En el laberinto
Oscuro
Maldito
Como nos hacen creer
Hallaremos la salida
No soy una chica perdida
Si de tu mano
Si puedes comprender
Nunca es tarde
Si te digo vuelve
O tú
Decides volver
Me cogeré a tu cintura
Y te digo
Te susurro
Te grito
Si no hay más remedio
Baila
Ríe
Corre Grita
Pues está ahí
La puerta
Hacía algo mejor
Tú no estás sola 
Pequeña
Ni tú
Que me acompañaste
Ellos siguen ahí



Sonrisas
Risas Un sí
Un no, por ahora
Ya deshora
Como siempre ese café
Mancha
Por encima
De mis labios
Pinta labios barato
Y no
Muy adecuado
Disimulas
Te apresuras
Y sí,
A veces
Es mejor pensar
Que todo
Es una película

Me siento usada
Me siento tirada
Como una carta Que no llega a su destino
Como una carta
No leída
Manoseada
Y finalmente
Dormida
En la esquina
De un cajón

Caleidoscopio en mi vida, doy vueltas y me parece ver tus ojos


Despertar a tu lado otro amanecer 
SONRÍE
Miro
Miro mis pertenencias
Miro
A través de la ventana
Como si algo
Un rayo
De Luna
O de Sol
Me susurrar un secreto
Ese que no adivino
A saber
A desear
Porque se esconde
Dentro
De las conchas de mar
Que solo
Una vez
Pude ver
En un marco antiguo
Y sé
Me doy cuenta
De que
Esas pertenencias
Realmente
No me pertenecen
En su totalidad
Solo las pocas
Que adquirí
Sin pensarlo mucho
Como un amor desesperado
Y
Últimamente
Solo puedo comer
Media manzana
Golosinas
Como dos
Par
Sin par
Como poema de amor
Hueco
Roto
Por si llega un tercero
Y no
No haré eso
Porque no quiero
Y
Así
De esta manera
Camino
Hacia una nada
Llena de color
Fantasía
Purpurina
Y cuentos
Y tal vez
Un beso 
Tal vez
Uno de tus besos
Camino así
Sin miedo
No hay nada que perder
Pues en la tómbola
Tocaron
Números equivocados
Es
Como si alguien
Hubiera desatado
Las cuerdas
Pero
Pude conquistar una isla
Lancé el ancla
De mi barco
Y
Como flecha de cupido
Se clavo en tu corazón
Con la suavidad
Del tacto de un pétalo
Mi barco
Con nombre de gata
Ojos claros
Sobre fondo salado
Divisé
Tierra firme
Y desde entonces
Es ahí
Donde habito
Aunque
A veces
No me sientas
Aunque no te enteres
De que yo
Siempre
Cada noche
Duermo a tu lado



No importa
Si
Por ahora
No ves
Más allá
De tu nariz
Te haré
Cosquillas
Con mi mirada
Con el vuelo
De mi falda
Sino descarada
Y si aún así
No estornudas
Simplemente
Me desnudaré para ti.

martes, 11 de noviembre de 2014

El ladrón de sueños

Un día, a través del Diario Semanal, llegó a mi la noticia de que en mi ciudad rondaba un ladrón de sueños. Más tarde la alerta me comunicó que vivía en mi calle y más tarde me enteré de que era vecino de mi portal. Por aquel entonces yo no hacía más que soñar y soñar, con gentes diversas, les ocurrían cosas. Gente conocida y desconocida que luego, a veces, reconocía por la calle. Pero nunca soñaba conmigo misma, situaciones o deseos, creencias o miedos. Las noticias comunicaban que ya nadie soñaba en mi ciudad y que el ladrón de sueños estaba empezando a robar en otros lugares, más tarde en países, después casi en el mundo entero. La gente decía que sus sueños eran de su propiedad y pedían que ese hombre les devolviera sus noches llenas de aquello que les hacía un poco más felices. Empecé a pensar que el ladrón de sueños también me estaba hurtando los míos pues aunque soñaba,
nunca era de mi pertenencia sino sobre otros u otras que, muchas veces, ni siquiera conocía. Me habían robado mis sueños. Bajando por la escalera a comprar me encontré con mi psiquiatra, no tenía ni idea de que vivía en el piso de abajo pues salía por la puerta y me confirmó que era su casa. Aquella noche soñé que ella era la ladrona por lo que mi enfado me llevó a dejar de tomar sus medicinas. A los pocos días mis sueños habituales desaparecieron y empecé a soñar conmigo, mis miedos, deseos o creencias subconscientes. Nos bombardearon con noticias que decían que el ladrón de sueños había dejado de actuar y la gente comenzaba a soñar de nuevo, había parado la amenaza y la búsqueda y captura del ladrón de sueños se había retirado. Aquella noche soñé que estaba feliz por recuperar mis sueños y una voz me dijo que ya no era necesario que arrebatara imágenes y fantasías nocturnas. Sentí miedo y decidí que jamás volvería a tomar esas pastillas.

Pequeño poema manchado de lágrimas

En las nubes
Por mucho tiempo
Estuve sobre una nube
Y cuando 
Me decidí a bajar
El suelo
Quemó mis pies
Así que
Tuve 
Que volver a subir
Y así voy
Sobre una nube
Pero
Hayá dónde esté
Intentaré
Juro que intentaré
Siempre
Siempre
Siempre
Hacer el bien