"Adios" me dijiste mientras yo lloraba. "¿Qué le pasa a mi mamá?" Dijo una voz mentirosa, que no eras tú. Tú solo me dijiste adios.
El amor roto por aquellos desalmados que se pudren, que están hechos de basura y no pueden comprender que una madre discapacitada sienta amor por su hijo.
Tal vez algún día se habra la tierra y se trague a todas esas serpientes sin corazón, sin coraje.