domingo, 20 de mayo de 2012

La lluvia no solo cae del cielo

¿Qué me queda? En esta triste realidad, donde lo he perdido todo. Podría hablar con las estrellas o los pajarillos. Pero ellas solo dirían "uuuhhh", "uuuhhh" y ellos solo dirían "pi, pi, pi" "pío, pío, pío". Podría ponerme mi vestido de noche y mis tacones, perfume y cabellos con tirabuzones pero solo encontraría las garras de un hombre que haría conmigo mil diabluras. Podría jugar con ese niño de sonrisa clara y pies de juguete. Pero igual que Dios me lo dio un día Satanás me lo arrebató otro.


Y solo las palabras me calman un poco. En este laberinto donde la salida da a un jardín cuyas flores me dan alergia.