sábado, 1 de diciembre de 2012

Primavera

Las tristes golondrinas
Sobrevolaban los tejados
Mientras las amapolas tristes
Las miraban
Allá abajo
La niña-Azucena
No había podido dormir
En toda la noche
Y eso que era Primavera
Y eso que tenía una gatita
A la que daba de comer
Yogures con miel y azúcar
Es que el hombre
De los bigotes negros
Y rizados
La visitaba todos los días
Y le daba a beber
Ese jugo color grana
Ese que coloreaba sus labios
De un malvado granate

A veces la acompañaba
Durante todo el día
Y el corazón se le congelaba
¿Qué será de la niña-Azucena?
Si hasta en Primavera
Siente pena
Necesita un caballero
Que luche
Contra el hombre negro
Y descongele el corazón
De la niña-Azucena
Con fogosos besos.