La orquilla de mi pelo
Las piedrecitas
De colores
Brillaban entre
Tus manos
Ahora lucen negras
Sobre un fondo metálico
Te entregué
Mi corazón
Y mi cuerpo
Para que en las
Noches de invierno
Te diera calor y calma
Te regalé un ajedrez
El día de los Enamorados
Y era feliz...
Bailando sin corazón
Alrededor de un hombre
Cuyos besos
Eran tibios
Como pétalos
Recien secados
Al sol
Pero se me escapó
Como el niño que echa a correr
Y ya no se le encuentra
Llevándose mi corazón
No habrá siguiente
Mi amor se ha quedado contigo
En la cajita metálica
En tu armario de madera
Y donde quiera
Que guardes mi corazón.
Mis manos vagan solas en autobuses llenos de corazones felices.