sábado, 17 de diciembre de 2011

Bajo los ojos de Dios

Me dejo llevar
Cuando siento
Tu oleaje
De manos
De terciopelo
En un baño
Caliente
De sal
Tu mirada
En la oscuridad
El viento
Llamando
A la puerta
Hambriento
De deseo

A la hora
De las brujas
Cuando
Todas las luces
Se apaguen
Y
Los ojos
De la noche
Ya se hallen
Encendidos
Habrá palabras
Mentirosas
Hirientes
Que taladren
Mi pobre ánimo
Vistiéndolo
Del hedor
De las escamas
Más sucias

Y me iré
A la cama
Sola
Con unas manos
Que me abrazan
Las mías
Como el monstruo
Escondido
En lo alto
De un torreón

Tal vez no debería
Estar aquí
A tu lado

Y me pierdo
En tus manos
Terciopelo tibio
Otoño de Sol
Bajo los ojos de Dios
Por fin me siento dichosa
Cuando tu mirada
Se cruza con la mía
En la oscuridad
De luces apagadas
Porque es tarde
Porque es la hora de las brujas.