miércoles, 21 de diciembre de 2011

¿A dónde iré?


Al otro lado de la realidad
Me lanzas piedras desde el otro lado. Desde esa otra realidad que no puedo alcanzar. El cristal por el que resbalan mis dedos sucios, levemente, manchados por el terror y el llanto. Arañan ese cristal, que tanto duele, que no me deja ver la manera de actuar, el papel que rechazo, cómo interpretarlo. Me abrazo a los árboles pensando que son mujeres que se desprenden de sus problemas en Otoño y barro esas hojas, con un rastrillo de plata,  dejándolas al otro lado del camino, donde ya no puedan molestarlas más. Ahora serán mujeres resueltas, libres, felices, que podrán ayudarme También me gustaría acabar con tu sufrimiento, lanzarlo al vacío desde el piso más alto. Arrastrarlo mientras subo una enorme montaña. Pesa, pesa mucho sobre mis espaldas ¿cómo has podido andar tanto tiempo con tanto sufrimiento? Y una vez arriba lo dejo caer. Veo tu sonrisa y una luz brillante cubriéndote el rostro. Por fin todo se ha acabado y ahí está él, ofreciéndote sus manos y ríes. Por fin ríes de verdad Hay azul y rosa. Caen pétalos de margarita y suena una música celestial. Todo ha acabado y has alcanzado la gloria, la paz eterna.

He subido tantos peldaños. Una escalera sin fin. Peldaños dificultosos como los que se encuentran en el interior de una catedral del siglo XVI. Y costaba tanto. El último peldaño pensé que sería el cielo pero en su lugar estabas tú. Intenté no caerme al volver a bajarlos, tan rápido, huyendo de una mentira, de un mal sueño y volví a nacer. Cuesta tanto, más aquí. Entre sueños, pesadillas que han pasado de la noche al día. No me canso de llorar, con esa música tan hermosa. Música, solo eso. En ella está la verdad, la verdad de cada vida, la esperanza, la cultura. Los niños deberían aprender escuchando canciones. En el colegio deberían escuchar más canciones. “Confieso que he vivido” dijo el poeta. Vivir es lo único. Otro escribía sobre sus propias experiencias y era duramente criticado Pero es que vivir es lo único. Leer, imaginación pero si no sabes nada. El bien y el mal. La lucha de siempre y yo ¿a quien pertenezco? Perdí en la batalla. Me alejo por una calle oscura con mis pasos de perdedora, arrastrando una mochila, de la mano de un niño ¿a dónde iré? ¿ a dónde irás?

Y bailo mientras tu te besas con otra. Con mi falda de vuelo ahuyento a demonios y malos espiritus. Porque soy yo. Te he borrado de mi mundo interior, te he borrado de mi lista de hombres, te he borrado de mis poemas y de mis canciones. Ahora salgo a la calle con la cabeza bien alta, moviendo graciosamente mi coleta al caminar. Guapa, segura, dispuesta a comerme el mundo. Como cuando era una joven ingenua y fuerte. Vuelvo a ser ella. No puedo deshacerme de aquella adolescencia, de aquella niña-mujer que tú mataste y que ahora, gracias a ti, he recuperado.