Tu boca
En medio de la nieve
Exhala un vaho
Evanescente
Mis pies
Descalzos
Y tu lengua
Ardiendo en mi paladar
Serpenteas
Entre mi espalda
Y mi cintura
Tímidamente
Retiras la goma elástica
Para introducir la mano
Me derrito
Mientras la nieve
Cae a pedazos
A nuestro alrededor
La eternidad
La pureza
Una mano limpia
Resbalando por mi escote
Como agua bendita
Que se callen los demonios
Que no salga la Luna
Que la turbación de tu boca
Descanse bajo mi vientre
Y se llene de mi destreza
Calmando tu sed
Se alejan los versos
Mientras atrapo
Un puñado de nubes
Se alejan los versos
Ya no hace falta papel
Ni bolígrafo
Ni nada
Pues la poesía
Ya la tengo cuando te beso
Desnuda y de rodillas.
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