miércoles, 30 de noviembre de 2011

En el tejado jugamos al veo-veo

El ritmo lento

coqueto del silencio
que se engalana de misterio
en la vacuidad de lo que se pudo decir.
No me dejes sola con este silencio.
No me dejes sola con esta vacuidad.
En el tejado lloraré
y la pena
encarcelará mis sueños.
Llora
y no rompas las rejas.
Hay una lucha latente
y tú, pequeño
quieres jugar al veo-veo
¿Es que no ves mi sufrimiento?
Nos marca el silencio
en este tejado
empapado de sueños.
Se acabó la función
y resuenan lejanas risas
como el eco de una burla
y tú quieres jugar
sin ver que todo en mi está roto
que ellos me rompieron
y me dejaron en el tejado
encaramada a mis sueños
en soledad con un niño
que solo quiere jugar al veo-veo.

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