domingo, 17 de junio de 2018

Mariposa gris


Y se convirtió en una persona más. En una persona como todas las demás. Como una mariposa que pierde sus maravillosos colores y se torna gris y sin saber cómo se encuentra posada en una rama observando un Sol que antes podía alcanzar o, al menos, intentarlo. Un simple espectador, como tantos, como casi todos. La hormiga que cada día hace el mismo recorrido, coge la comida y vuelve al hormiguero y monótona mente, como un turno de noche en la fábrica de cualquier polígono industrial a las afueras de la ciudad, vuelve a hacer el mismo recorrido,  coge la comida y vuelve al hormiguero, quizá, con un poco de suerte surja alguna novedad  como contarle a su vecina hormiga,  por el camino, algunas de sus miserias. Mi amigo perdió sus maravillosos colores y se convirtió en un espectador más, como tantos, como casi todos. Como la mariposa a gris que se posó en la rama de un árbol un Otoño tras un Invierno, una Primavera tras un Verano. Y vio la danza de la hojarasca deslizarse al arrullo del viento, y vio la nieve silenciosa cubrir todo el paisaje del color de los hospitales y los ángeles y vio brotar las flores en los árboles como por arte de magia, después los jugosos frutos.... Y su semblante permaneció inalterable, ni una sonrisa, ni mucho menos una lágrima. Mi amigo se había convertido en un espectador más, como tantos, como casi todos... y lo peor : lo había aceptado.

1 comentario:

  1. No se han perdido tus colores, bella mariposa del bosque, brillan en tus palabras, en los sentimientos que transmiten, en la dulzura que destilan...como tu mirada aquella noche en aquel valle de la sierra ¿recuerdas? mientras charlábamos sentados en las escaleras de aquella acogedora casa. ¡Gracias! por publicar de nuevo. Tu admirador.

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