jueves, 12 de junio de 2014

Para ti

Amistad atardecida
Él es como Internet o como un diccionario, tiene respuestas para todo y cada vez está más alto. Me hace sentir indefensa, inmensa, querida y otras veces me dan ganas de romperle en la cabeza un plato. No le conocía ¿de dónde habrá salido? Como los ratones que nunca sabes dónde se esconden y de repente aparecen solo que a este no hay que pegarle un escobazo. Pero se coló en mi casa aunque esta sí que fue una fiesta a la que yo le había invitado. Ahora no estoy para movidas, guapo. Prefiero dulce antes que salado. Estoy sola, como agarrarse a un clavo ardiendo solo que él arde demasiado. Pero jamás sería capaz de darle un martillazo y colgar encima un cuadro. Aunque sea el más bonito del mundo pues debe permanecer visible, debe seguir mirando las nubes en esas noches en las que no puede dormir y solloza lo más bajito que puede... como yo, que no me permito llorar. Como siempre, quizá a él también, le dicen a los niños pequeños "los chicos no lloran" pero yo sé que él sí lo hace en su escondite, en su lugar secreto. Y quizá esto te parezca un muermo. Pero, ¿Y qué hacemos? No sé a ti pero a mi no me dejan reír
, ni enfadarme. Tiéndeme tu mano si te atreves aunque tenga pinta de niña promiscua sin llegar a ser una lolita. Él debe seguir visible aunque creo que cuando viaja no lo es. Él es solo algo que me da fuerza, es la ilusión que siento cada vez que se va pero luego aparece otra vez mi demonio y no sé si meterle debajo de la cama, esconderle en el armario o directamente darle un bofetón. A veces hemos estado juntos los tres. Prefiero ser yo y casi salgo en camisón. Es lo que me dan y así no soy yo de verdad. Y la verdad es que las gracias aún no te las puedo dar.

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