lunes, 1 de septiembre de 2014

Poema revuelto, algo en apuros. Ni muy bueno ni muy malo. Es decir, un punto y a parte.

¿A quién quieres engañar,
Pequeña?
Cuando con tus ojos
De gata blanca
Miras y elijes
Y luego sonríes
Sin saber por qué
Entonces,
Me pregunto
¿De dónde vendrá
A dónde irá?
¿Qué hace
Por aquí?
No me importa
Si se ríen de ti
O contigo
O si hoy
Has elegido
Zapatos blancos
O rosas
De esparto
A juego
Con tu pelo
De mimbre
Fantasía robada
No habrá envidias
Ni celos
Si de tu mano
Y tus labios
Me tiras un beso
Para ti
No hace falta
Un gran esfuerzo
Cruzarás la barca
Sin pagar dinero
Y con un pañuelo
Por si quieres
Derramar las lagrimas
Que una bruja
Coció en su cazuela
Pero sigues llorando
Y,
Como niña bonita
No picas el anzuelo
Cruzas...
Al otro lado de la orilla
Las niñas bonitas
No pagan dinero
Hasta en bata
Hasta con horquillas
De terciopelo
Siempre bonita
Y por almohada
Mil besos
Pero ahora
Ahora que el Sol
Se ha puesto
Ahora,
Ahora que amanece 
Agua de luz
Sobre pétalos
Sobre tus brazos
Ahora,
Espera en el andén
Y corre 
Tras ese tren
Y burla las puertas
Pues tienen prisa
De dudas
De condimentos 
Con la fruta
Y si ves miradas
Que intentan colarse
Tras tu ropa
De desdén,
O sonrisas idiotas
Como de sombra
Canta una canción
La canción
Que después
Junto con azúcar
Y risa infantil
Te hará llegar 
A ese destino
Donde esperan
Los tiempos
Tuyos
Y míos
Aquellos
Que se esconden
Tras la tormenta
Que tanto tardaron
Que derramaron desgracia
Por no decir
Que somos
Unos desgraciados
Los que aguardan
Aún
Donde las noches
Ya no traen pesadillas
Sin pestaña
Junto a pestaña
Y como en todos
Los buenos cuentos
Habrá final feliz.

Despierta,
Aqui está
Tu felicidad.
Como regalo
Sin papel
Y sin lazo

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