martes, 13 de junio de 2017

Sin título

Siempre me saludan un montón de personas pero hoy me ha saludado una persona diferente. Diferente por ser niño y niño por ser diferente.

Un hola infantil enciende todas las farolas de este parque en el despiste inducido de los que nada dicen de tanto que hablan y así, en esta noche clara, puedo escribir que hoy me ha saludado una persona diferente. De vuelta me espera lo de siempre.


Hoy tus manos huelen a rosas y a inciensos. Dices que es porque las has bañado en agua de mar ¡Bendita el agua de la Naturaleza y no el de la iglesia! Y lo digo aquí, sentada, donde no importa donde porque los ojos de Dios están en todas partes.


Y ... de repente todos me parecen tontos y, de repente, el mundo me parece tonto.
Ya me han robado bastante, que no cadenas de oro ni perfumes de ensueño, que casi me roban hasta la carne que cubre mis huesos o el aliento que da paso en el camino y así surgió mi odio, decepción y desprecio.


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